Lo vi contraerse, sus alas se convirtieron en hombros, sus patas de águila en manos, sus garras de león en pies, su cuello se encogió, su cola desapareció tras su espalda.
Me di la vuelta después de eso. El enano acudió con una muda de ropa limpia. Era un hombre sumamente prevenido.
Esperé a que se cambiara mientras digería todo lo que acababa de ver. Tenía la sensación de ser feliz por haberlo encontrado, pero nunca lo había buscado. Era como si nos necesitáramos mutuamente. Sin embargo, yo no podía curarle, no tenía ese poder y tampoco podía convertirme en un Grifo (Lamentablemente) ¿Cuál era nuestro vínculo entonces? Me di unos golpecitos en la barbilla, pensando sin llegar a nada.
Cuando volví a verlo era una persona normal, una persona que no acababa de convertirse en una bestia. No tenía nada de distinto.
- ¿Puedes saber lo que siento justo ahora? –
Le pregunte. Porque yo no lo sabía.
- Estas feliz por haberme encontrado – dijo él, al tiempo que se acomodaba las mangas de la camisa con elegancia – y estas igual de confundida que yo. Tenemos un vínculo, pero no sabemos porque –
- Tal vez - dije cruzándome de brazos, tan tranquila como si hubiese presenciado lo más normal del mundo – tú eres el verdadero Rey de Perles y yo tu no lo sé, ¿Protector natural? –
Se quedó pensativo.
- No creo que sea eso – respondió mirando sus puños – nunca he sentido el deseo de querer gobernar –
- Bueno, pero, si esta – dije haciendo un ademán a su persona - es la razón por la que la Reina Dallé te quiere muerto, eso debe ser –
- La reina Dallé – intervino Basil, llegando con los caballos. Volviéndose comunicativo por primera vez – intento usar el poder del príncipe a su conveniencia –
Le mire con pasmo, ansiosa por saber el resto de la historia.
- Tenemos que irnos ya o algún cazador nos encontrará -
Le llevó un caballo a Alejandro, se subió al suyo y me tendió la mano.
- Date prisa –
Gruño.
Descendimos por el risco hasta el valle.
El camino descendente era estrecho, Alejandro iba adelante. Su espalda, todo de él era normal. ¿Y si había más como él? ¿Estarían inmiscuidos entre los humanos normales vendiendo pescado en el mercado? ¿Sería Octavia uno de ellos?
- El cuerpo de Alejandro – dijo Basil, tan repentinamente que di un salto - se deforma ya lo has visto, cuando vuelve queda débil, necesita tiempo para recuperarse -
Le mire la oreja completamente concentrada en lo que decía. Me di cuenta que el enano había hecho el gran sacrificio de llevarme en su caballo por cuidar del bienestar de Alejandro, aquello me conmovió.
- ¿Cuánto tiempo? –
Quise saber.
- Cada vez es más poco –
Cada vez... eso significaba que se había transformado cuando menos unas tres veces más, bien, ¿En qué situación? ¿Por qué?
Si le arrojaba las preguntas sin más lo arruinaría, tenía que ser astuta.
- Eso quiere decir que lo has visto transformarse muchas veces –
Basil no respondió.
- Vamos responde sus preguntas –
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Cuna De Reyes
FantasiIntenté asesinar a Leonardo Kapoor, el primer heredero a la corona de Perles. Rompí mis votos como soldado de la guardia real y conspiré contra el Rey Sebástian. Maté con solo mis manos a los trescientos hombres que custodiaban mi celda en los cala...