La Vida de Eli

40. Encontrada

El tiempo pasa volando y 2 años más se fueron en un abrir y cerrar de ojos. Me he cansado de esperar, estos últimos dos años me he sentido triste, sola, ya empezaba a perder la esperanza de encontrarme con Marcus.

Tal vez la vida no nos quería juntos y él se enamoró de otra, tal vez, tal vez y tal vez, es lo único qué pasa por mi cabeza. Sólo se que tengo que enfocarme en mi trabajo, he estado repleta de trabajo últimamente, cada vez las empresas me quieren más por lo buena que soy en lo que hago.

Hoy tengo 2 reuniones con dos de mis nuevos clientes, personas que quieren expandir su cadena de empresas aquí en Italia, y como siempre el punto de reunión es en el mismo lugar, una cafetería muy agradable que queda en una esquina.

Mis reuniones estuvieron bastante bien, como siempre, me hablan acerca de cómo quieren llevar a cabo la construcción y yo voy tomando nota para a la siguiente reunión llevarles los planos.

Cambiando el tema, mis amigos están muy bien. Sophie y Blake se casarán dentro de 6 meses y esperan que yo vaya (aunque estoy nerviosa porque vería a Marcus después de tanto tiempo), Lauren está feliz con su novio, Alex está con Mathew (extraño) y quedó embarazada (es loco), Mario está bastante bien con su trabajo.

Mi hermana ya tiene 17 años y está más feliz que nunca, está en high school y le va excelente con sus notas. La dejo salir con sus amigos, se la pasa en fiestas, se divierte como una adolescente.

Carly y Marco están muy felices viviendo cerca de sus hijos y estoy contenta por ellos.

Mi mama y Dave vienen a visitarnos de vez en cuando, no dejan de decirme que regrese y de verdad quisiera hacerlo pero siento que mi vida ahora está aquí, en Italia.

Dije que en 5 años iba a volver pero me enamoré de una forma con este país. Su cultura, su comida (especialmente su comida), el idioma y la amabilidad de las personas. Luisa también está muy cómoda aquí y no quiero que cambie su vida así como yo tuve que hacerlo a su misma edad.

Mañana es un nuevo día, lo que quiere decir que tengo una reunión con un nuevo cliente.

Me despierto animada como siempre, le preparo desayuno a Luisa y la llevo a su escuela. Regreso a la casa, me baño. Cuando llego al cuarto me comienzo a vestir, escojo una blusa color crema con una chaqueta ejecutiva y una falda negra que me llega unos pocos dedos por encima de las rodillas, me observo en el espejo.

Estos 5 años me han cambiado físicamente y mentalmente para bien. Mis caderas están un poco más anchas, he aumentado unos kilos pero sigo siendo delgada, mis mejillas están un poquito más rellenas. Mi cabello me lo he cortado con un estilo Bob y me hice unos reflejos más amarillos que me da un aire natural y fresco.

Me aplico un poco de maquillaje y salgo en mi carro directo al café donde siempre me reúno con mis clientes. Abro la puerta y me dirijo a una mesa para esperar por este.

Pasan 20 minutos y empiezo a desesperarme, siempre les exijo a mis clientes puntualidad, mi trabajo me tiene ocupada y no puedo aceptar perder el tiempo. Comienzo a levantarme para irme, no puedo seguir esperando, pasaron 20 minutos que hubiese podido usar en realizar un plano para un cliente.

Voy a salir por la puerta cuando una mano me detiene y me habla.

—Disculpa la tardanza, estaba en una videollamada con mi gerente y se alargó —dice y me volteo. Un hombre como de mi edad, en traje y lentes de sol, con una delgada barba bien definida. Me mira y sonríe feliz de verme.

—No se preocupe, menos mal que me encontró —digo tranquila y le doy la espalda para dirigirme nuevamente a una mesa y hablar.

—Te dije que te encontraría Eli —dice y mi corazón se acelera, esa voz si la conozco perfectamente. Me volteo y lo miro sin entender, se quita los lentes y ahí están esos ojos y esas pecas que tanto extrañaba—. Y estoy aquí porque empezaré a agrandar la empresa que mi tía me dejó.

—¿Marc? —digo emocionada y sin poder creerlo. Lo abrazo desesperada, lo extrañaba tanto.