3. Culpa del alcohol

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Ayuda, estoy con este chico sexy y tengo unos tragos de más, no sé que hacer. Que mis hormonas no se alteren. La verdad es que Marcus es muy bello, parece un modelo. Trataré de ser amable con él pero nunca tratar de insinuar algo.

-Y entonces te llamas Elizabeth Roberts ¿no? -dice mirándome. No sí ¿y este cómo se sabe mi nombre? Yo no le he dicho mi nombre a nadie. Con que chico stalker...

-Y tú ¿cómo te sabes mi nombre? ¿Eres un acosador o algo así? -le pregunto arqueando una ceja-. Pero sí, ese es mi nombre y no tienes que juzgarlo se que parece tan fresa -digo y escucho su risa, oh que linda risa.

-Calma, no he dicho nada -dice alzando las manos-. Sé de ti porque mis amigos hablan mucho de ustedes, tú y tu grupo de amigas son el sueño de todo chico -me dice mirándome intensamente. Me esta poniendo nerviosa y creo que empieza a hacer calor.

-Vaya, eres muy directo chico -le digo y él se ríe-. La verdad es que no hay nada que negar, somos un sexy grupo de chicas y tal vez todos babeen pero no somos presa facil, para facil las plasticas de Brittany y ellas. Si me traes afuera para que caiga con tus "encantos", conmigo te equivocas -le apunto con el dedo en el pecho y él me mira sorprendido-. Lo sé, también soy muy directa -me voy a levantar del suelo y el me vuelve a detener por la muñeca ¿de verdad? ¿para esto existen?

-Yo no pienso que eres fácil y mucho menos quiero que caigas en mis encantos o mejor dicho, no de la manera en la que crees -me dice muy de cerca y se aleja de mí caminando furioso. Oh vaya, el gatito se ha enojado.

Me quedo sentada en el césped viendo a la nada, si que me sorprendió lo que me dijo pero más en la manera que me dejo, confundida. Veo el reloj, apenas son las 11, todavía falta para que se termine. me levanto y escucho una cancion que me hace sentir viva, creo que ahogaré mis penas bailando.

Voy a la barra a tomar algo rápido e irme a bailar con más ganas. Un shot de tequila, más que suficiente para ir a bailar. Suena "me llamas" de piso 21 y empiezo a moverme sola como loca. Siento que alguien me toca la espalda y me volteo, estoy muy ida.

-¿Que dices? ¿bailamos? -me dice Marcus, ohoh ¿por qué él?

-Si claro- te detesto alcohol. Ay no sé qué hice pero ya que más, culpa del alcohol.

Empezamos a bailar y este chico sí que sabe bailar, tal vez, sólo tal vez le agradezca al alcohol. No estamos muy pegados bailando porque me da pena pero con el tiempo se me pasan y nos pegamos más hasta que hay escasos milímetros separandonos y así pasan no se cuantas canciones, perdí totalmente la noción del tiempo y me perdí a mi totalmente. Siento una cosquilla en mi oído, <<él me quiere decir algo>> pienso.

-Lo siento por irme así, seguro quedaste toda confundida -me dice y siento como sonríe. Que tierno, y se disculpa-. Sólo que es complicado, no me gusta que piensen cosas de mi que no son, tal vez y hayan muchos rumores de mi, puede que sean ciertos. Es verdad que las chicas fáciles me buscan pero yo nunca busco si las veo así. Puedes preguntarle a mis amigos, soy muy diferente a ellos ¿ahora sí me vas a dejar hablar contigo tranquilamente? -estoy asombrada de sus palabras. No pierdo nada hablando con él ¿o si?

-Esta bien, vamos -le digo convencida y me sonríe.

-Entonces señorita Elizabeth ¿que tal si nos conocemos mejor? -me dice mirando a la nada, tal vez piensa en algo.

-Claro señorito Marcus -me mira asombrado ¿dije algo mal?

¿Como sabes mi nombre? -me pregunta, ahhh era eso, metí la pata.

-Ups, mala mía -digo-. Pues, tus amigos no son los únicos que hablan, una amiga me dijo cómo te llamabas.

-Mmm y yo soy el stalker -dice con su sonrisa burlona.

-Ya, olvídalo. ¿Que tal si jugamos a las 10 preguntas? -le digo.

-Si va, yo empiezo ¿Tienes novio? -chico directo otra vez.

-Nada de eso -me mira extrañado cuando le digo-. ¿Que?

-Eso cuenta como pregunta -volteo los ojos-. Es que me extraña que no lo tengas, eres muy bella -okay, okay, no deja de ser directo.

-Ehm, ¿gracias? -digo extrañada-. ¿Tu fumas? -le pregunto y me mira.

-No lo hago, es algo que no me gusta -me dice con su mandíbula apretada, con que le molesta eso, ya seriamos dos.

-Ay que mal, ya te iba a ofrecer uno -me mira furioso y con temor en sus ojos-. Hey calma, es mentira. Yo tambien lo detesto -y ahora me mira esperanzado, no entiendo.

-Vaya, tenemos cosas en común y por cierto, tu broma no me gusto -dice apuntándome con su dedo-. Me toca ¿Cuantos años tienes? -que curioso eres chico.

-Bueno, tengo 17 y ¿tú? -le pregunto.

-Tienes cara de bebé pero un cuerpo de diosa -me dice sonriendo ¿hasta cuando tan directo?-. Tengo 18 años.

-Que divertido ¿qué se siente ser ya grande? -le digo y me mira extrañado ¿por qué..?

-Me haces unas preguntas... Te imaginé preguntándome mi color favorito o cosas así. Tus preguntas son profundas para mi. Bueno... No ha sido tan fácil como pensé, creía que podría pasar mi independencia libremente y tener una vida menos complicada pero todo empeoró -dice mirando hacia el frente y veo dolor en su mirada. No quiero preguntarle más referente a eso aunque tenga curiosidad-. ¿y que se siente ser pre-adulta? -me dice con mejor humor.

-Es normal pero cómo me encanta porque puedo decirme que no soy niña ni adulta, estoy intermedia, pienso que es una etapa que hay que disfrutar es la última de tu adolescencia -digo aspirando.

-La verdad es que eres muy profunda -me sonríe y veo asombro en sus ojos-. ¿Cual es tu mayor sueño en este momento?

-Podría decir que mi mayor sueño es ayudar a los demas pero tambien ser una excelente arquitecto. Ser reconocida por la admiración y dedicación que les tengo a mis metas y no por mi belleza y las estupideces que hago- le digo y se quedó muy pensativo.

-De verdad deberías ser filósofa -me dice y yo me echo a reír-. Te faltó tu pregunta.

-Cierto, estaba muy inspirada con mi gran sueño. ¿Que te gusta hacer? -le sonrío.

-Me gusta jugar basketball y bailar pero ya lo sabes y encontré otra cosa que me gusta hacer, estar contigo -oh no, ignoraré eso.

-Vaya yo amo el basketball, me encanta verlo y jugarlo en play station -le digo y me mira como si no me creyera.

-En serio, me dijiste esto y ahora me gusta mucho más estar contigo -me dice mirando pero yo miro para otro lado y escucho su risa. -¿por qué me ignoras cuando te digo esto? -me agarra la cara para que lo observe-. Eres increíble, la mayoría de las chicas se sonrojan con cumplidos y cosas lindas, ¿por qué tu no?

-No sé, tal vez y no sea como la mayoría, nunca me sonrojo y es raro, me gustaría sonrojarme, dejar de ser la rara ¿verdad? -le pregunto y él niega con la cabeza.

-No eres rara Eli, eres diferente -me sonríe dulcemente y yo estoy muriendo.

-¿Sabes? ya me aburrí de jugar esto ¿Que tal si vamos dentro? -digo.

-Como usted prefiera señorita -dice moviendo el brazo hacia adelante para ayudarme a levantar.

Cuando entramos todos nos están mirando incluidas mis amigas que por cierto no se me olvida que tengo que matarlas, las miro de forma odiosa mientras que ellas me miran con felicidad y yo les saco la madre sonriendo falsamente. Marcus viene y me agarra el dedo para que deje de hacer eso.
-¿Qué te pasa? esas perritas se las van a ver conmigo. Son unas perras, les voy a jalar sus delicadas patas en la noche -les grito a mis amigas, y se echan a reír las muy ridículas.

Escucho la risa de Marc. -Relájate fiera, no saques tus lindas garras todavía- bromea.

-Pero ¿no las vistes? me dejaron sola -Marc se vuelve a reír.

-¿Como las pude ver si te dejaron sola?- ahora anda de cómico él. Lo miro con cara de pocos amigos. -Ya, ya, sólo bromeaba. Además, no estabas sola, estabas conmigo- me agarra de la cintura y me apega a él.


La Vida de EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora