La Vida de Eli

16. Desastres y problemas

Me despierto y pienso <<Ya por fin es sábado>>, estuve esperando mucho por este día y ya quiero que sea la fiesta para ver el ridículo que hará esa chica. Pobre Marc, yo lo quiero pero fue divertido hacer esto porque estaba molesta con él, ya no lo estoy en absoluto pero sigue siendo emocionante todo esto.

El resto de la semana fue más de lo mismo, Marc me llevaba y buscaba en el colegio, algunos dias comía con nosotros y otros prefería estar con su hermano que por cierto esta mucho mejor últimamente y creo que es gracias a Sophie que lo ha mantenido muy contento, a Marc no se le quita la sonrisa de la cara y me alegro por él. Por otra parte, mi grupo de chicas locas siguen en lo mismo, están pendientes de sus novios o están esmerándose en obtener excelentes notas pero me di cuenta de que Laura ha estado rara estos días y yo me encargaré de descubrir lo que sucede.

Después de tanto pensar decido levantarme de la cama para ir al baño y no salir como una loca a desayunar. Cuando llego al comedor casi se me salen los ojos, Marcus. Esto si no es costumbre ya que nunca desayuna con nosotros y no me pasó por la cabeza que podría estar aquí mientras yo ando sin sostenes y con un short muy diminuto que parece ropa interior. La cara de Marc y su mirada lucen intensas y me siento peor. Miro a mi madre fulminándola con la mirada y David mira a Marc de la misma forma.

–¿Qué? No me vas a decir que él no te ha visto así ya, conozco a los de tu edad porque yo también pasé por eso, seguro y tu cuarto está lleno de cond... –la interrumpimos David y yo, gracias padrastro.

–LORAINE –le decimos al mismo tiempo y mi madre se echa a reír, dirijo mi mirada hacia Marc y diría que no está rojo sino vino tinto, me reiría de él pero estamos en una situación crítica.

–Oh ya veo, mi hija sigue siendo virgen. Marc tienes permiso de tener sex... –ni.se.le.ocurra.

–¡MAMÁ YA! Dios ayúdala, se volvió loca. No puedo comer así con ustedes, cuando terminen de comer yo lo haré. Me voy al parque.

No puedo creer que ella fuera capaz de eso. Me voy al cuarto avergonzada a cambiarme rápidamente y salgo de esa casa mas rápido todavía, ni me detengo a escuchar las quejas de los tres. Llego al parque y me siento en el césped y me pongo a observar la naturaleza, siempre fui muy observadora de ella, siento que me calma y sus colores son tan perfectos, tan nítidos y vivos que con mirarlos te sientes viva y completa. Siento una mano en mi hombro y alzo la mirada encontrándome con Marc que todavía está muy colorado.

–¿Te encuentras bien? –me dice.

–Si, bueno... Estoy un poco avergonzada porque mi mamá nunca había sido así de directa con un chico y no me acostumbro. Pero yo entiendo la confianza que mi mamá ve en ti.

–¿Por qué lo dices? –me interroga.

–Oh vamos, eres el chico perfecto, el sueño de muchas madres. Yo soy afortunada de que me escogieras a mi ante todo, fui mala contigo y aún así decidiste esperar, tenías fe de que podría fijarme en ti aunque sea un poquito.

–Eli, tú no te quedas atrás, esperé por ti porque sabia que nadie mas tendría lo que tu tienes, eres especial y rara, eres única. Dime ¿dónde encuentro una combinación de chica fresa con nerd y mala? Porque eres la chica de las fiestas, eres la excelente estudiante, también todos en la escuela le tienen miedo a meterse contigo. No podría encontrar a nadie con esas características y aparte eres hermosa físicamente, con esos ojos difíciles de descifrar, esos labios que no son pequeños ni tan grandes, esas hermosas pestañas, una perfecta sonrisa y tienes un cuerpo de muerte, con esos shorts esta mañana te juro que no sabía que hacer. Toda tú me vuelve loco Elizabeth –me susurra esto último al oído.