27. En shock

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¿Marcus? Ese es ¿Marcus? ¿Cómo es posible? Yo... Sólo escucho el sonido de mis cosas caer, se dirige hacia mí y quiero gritar. No... En realidad no se dirige hacia mí, me pasa por un lado mirándome extraño.

–¡Elizabeth! ¿Qué ocurre? –dice Mario desesperado, mueve las manos frente a mi pero no reacciono. ¿Por qué me ignoró? De repente siento un gran pellizco  y en un movimiento tiro a alguien al piso–. ¿Qué coño Elizabeth?

–¡Ay Mario! Lo siento, no es bueno pellizcarme porque tengo botón de defensa –le digo y le pido la mano para levantarlo, cuando se levanta me mira incómodo y empiezo a entender porqué, todos me están mirando–. ¿¡Acaso no saben lo que es disimular!? Olvídennos –grito obstinada y susurro–. Pendejos.

–¿Que fue lo que pasó para que reaccionaras así? –pregunta riendo.

–Vamos a un lugar menos público para mostrarte porqué.

Empezamos a caminar y veo a una chica tirada en el piso, me acerco a ella para ayudarla a recoger ese desastre y levantarla. Me mira agradecida.

–Mi nombre es Elizabeth, puedes pedirme ayuda cuando lo necesites.

–Gr... Gracias, yo soy Elena –dice nerviosa. Es muy linda, súper pequeña, rellenita, cabello rojo, cara pecosa y ojos verdes. Le sonrío y sigo caminando mientras todos me miran sorprendidos. Que excelente forma de llamar la atención Elizabeth.

Llegamos a un lugar donde hay sillas y mesas, rodeado de puros árboles y sonidos de pajaritos. –¿Entonces? –pregunta Mario.

–Míralo tú mismo –le digo sacando el teléfono para mostrarle una foto.

–¿Qué? ¿Conoces al bravucón?

–Es mi ex, Marcus pero... Me ignoró.

–¿Y si no es?

–Entonces no entiendo porqué es igual a él. Tengo que acercarme a él, tengo que saber su nombre.

–¿Estás loca? ¿Quieres que te lastime?

–Sólo quiero saber su nombre

–Bueno, bueno –suena el timbre– vamos a clases, nos toca dibujo.

–Me encanta dibujo.

–Eres rara.

La Vida de EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora