22. Resultados y cambios

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Llegamos al hotel donde nos quedamos. Mi mamá ha estado muy ocupada con los papeles y buscando un departamento cómodo donde quedarnos. Hoy pienso hacer video llamada con mis amigas porque después de una larga semana no he podido hablarles.

–Hola chicas ¿cómo les va? –Pregunto.

–¡ELIZABETH! Estamos todas muy bien, extrañándote –dice Sophie.

–Yo también las extraño chicas. Dentro de una semana empiezo la universidad más o menos.

–Wow ¿Cómo? –pregunta Lauren y les cuento el proceso y los chicos que conocí hoy–. Siempre pensé que los italianos eran gentiles –dice desilusionada.

–Eli, a la final ¿qué sucede con tu papá? ¿Cuánto aproximadamente te vas a quedar? –me pregunta Alex y siento ganas de llorar cuando les explico todo.

–¿¡Qué!? No puede ser Eli, eso es terrible, ahora te extrañaremos el triple pero veremos cuando podemos irte a visitar.

–Eso espero porque de verdad me hacen falta –digo triste y cambiamos el tema, me hablan de cómo van en el colegio y cosas sin importancia, empezaron a molestar a André con Jacob porque al parecer tienen una cita y me alegra. La cara de Lauren me decía todo, necesita hablar conmigo así que después de un rato me despedí de las chicas para hacer una video llamada sólo con Lauren.

–Te conozco, necesitas contarme todo –digo apenas me contesta y se ríe.

–Vaya, de verdad me haces falta y sí, tengo algo que contarte –dice y me habla sobre James y todo lo que ha ocurrido con él.

–Wow, esta vez si me dejaste sorprendida, entonces eres la novia de James o eso le dijo a la señora Joyce. Entonces es de esos chicos juguetones que te hacen la vida imposible –digo riendo.

–¡Si! Y es horrible, Eli... Creo que me gusta –dice.

–Oh dios mío, me has hecho el día. Un consejo, no se lo dejes fácil porque no quiero que te pase como a mi ¿Okay?

–le exijo.

–Eli... Tranquila no me sucederá nada. No sabes cuánto lamento eso, lo de Mar... –la interrumpo.

–C'mon girl, no estoy hablando contigo para que lo menciones, mejor déjalo así. Me duele claro que si pero sabes como soy, tengo que vivir –digo.

–Por eso te admiro, la vida sigue sis –dice y miro la hora ¡Rayos! Tengo que ir al hospital.

–No quisiera colgarte pero tengo que ir a ver a mi hermana, seguimos hablando Lau –le digo y se despide.

–Mami –digo buscándola en su habitación y está acostada– ¿Como vas? –pregunto.

–Cielo, la tienda se abre en una semana y ya siento que será un éxito –dice feliz.

–Que bueno ma ¿Dave como está?

–Dice que nos extraña pero me dijo algo grandioso.

–¿Qué cosa?

–Pues se le ocurrió empezar una cadena de su empresa y bueno ya compró un edificio en Nueva York para empezar –dice muy feliz.

–Ohh, eso es magnífico. Por favor cuando hables con él dile que lo extraño.

–Lo haré. ¿Quieres ir al hospital? –me pregunta y asiento–. Vamos.

Llegamos al hospital y entramos en la habitación. La mayoría de las veces que voy prefiero quedarme callada y pensar pero hoy decidí hablarle, contarle de mi día y agarrarle la mano. Paso un tiempo hablando cuando siento que me aprieta la mano y me asusto.

La Vida de EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora