Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)

Capítulo 13

Trata con todas sus fuerzas de liberarse de las grandes y pálidas manos de Suga quien hace más presión alrededor del cuello, aprieta la piel hasta que sus nudillos sientan los huesos y gruñe con cólera cuando las uñas del omega se incrustan en sus nudillos, también cuando intenta golpearlo con sus rodillas por lo que levanta el cuello junto con su cabeza y la estampa contra el suelo; Jin gime de dolor tras el golpe, lágrimas comienzan a resbalar por sus mejillas y la desesperación se instala en sus míseras protestas que apenas son escuchadas.

—Arruinaste todo —susurra observando el cambio de color en sus dedos por la presión—. Por tu culpa...por tu culpa no vamos a debutar —la falta de oxígeno hace que el atacado no entienda nada— ¡Es tu culpa! ¡Es tu maldita culpa! ¡Te odio! ¡Te odio!

Mueve las piernas de arriba hacia abajo, ya no puede aguantar más, necesita respirar, incrusta más sus uñas en forma de súplica para que lo deje ir; pero es imposible, sus manos tiemblan, las lágrimas se detiene y los pataleos van disminuyendo.

Puntos negros aparecen en su campo de visión.

YoonGi levanta la mirada hacia el rostro del contrario al sentir que ya no está luchando como antes, sus manos caen al no tener más fuerza, siente ardor en la zona afecta por las uñas y se queda mirando fijamente aquellos inexpresivos ojos marrones; algo en su interior se remueve, una horrible acidez recorre sus venas, su lobo ruge al sentirse extraño, inquieto, y sin saber la razón afloja el agarre poco a poco.

— ¡Infeliz!

Alguien lo empuja y rueda hasta la alfombra, trata de ponerse de pie, pero está ebrio por lo que se tambalea y antes de que consiga estabilizarse recibe un golpe en el rostro; después otro y otro, y otro más. Por otro lado, SeoKJin está que tose mientras se apoya con las manos, su pecho sube y baja con demasiada rapidez, la garganta le arde mucho y tiene unas grandes ganas de vomitar, la cabeza le duele y no deja de temblar por el pos trauma.

—H-Hyung...

Su voz apenas la reconoce, está áspera y aguda.

—Hyung...no...no...

Gatea con las rodillas temblorosas hasta el cuerpo tirado de YoonGi y levanta la mano para que su hermano se detenga.

—Jin, ¿qué haces? — Lo agarra de los hombros para ayudarlo a ponerse de pie—. Mierda, mira cómo te dejó el cuello.

A pesar de estar de pie, no siente el suelo.

—Voy a llamar a la policía —lo carga al estilo nupcial para dejarlo sentado encima del sofá y saca su celular—. Ese maldito infeliz se va a pudrir en la cárcel, Jin. Ya lo verás —promete mirando con impotencia los hematomas—. Yo mismo me voy a asegurar que le den cadena perpetua, incluso la pena de muerte si se puede, maldito hijo de pu..., ¿Jin?

Cuestiona sin atender por qué le ha quitado el celular.

—N-No...no llames —cada palabra es un ardor en su garganta.

— ¿Cómo que no llame? — Su hermano suelta feromonas al entrar en una especie de pánico—. Jin, ese hijo de perra entró al departamento y te atacó —frunce el ceño, está cabreado— ¡Tiene que ir a prisión!

Niega llevando el celular a su pecho y reprime un sollozo al recordar los ojos rojos de YoonGi, estaban llenos de ira, cólera y dolor, mucho dolor.