▶Lyanna Baratheon, hija de Robert y Cersei Lannister, hermana mayor del príncipe Joffrey, es separada de su familia por órdenes de su padre, el Rey.
Robert desea que su hija sea casada con el primogénito de su mejor amigo y compañero de guerra Eddar...
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—Jay, tienes que ayudarme, sabes que yo no hice lo que Lord Robb dice. —le grito Lyra al escudero que servía al Rey.
Jay había convivido con Lyra Payne bastante, por un tiempo creyó que podía tener algo con ella para después sentirse un tonto al descubrir que solo lo usaba para saber cosas de su Lord.
—¡Tonto Jay, no me digas que volverás a caer en las faldas de la puta! —se burló uno de los carceleros, hijo de Lord Rickard Karstark.
Jay quería seguir de largo, suficiente tenía de haber visto a todos sus compañeros morir mientras él huía con la Perogrullada, como un cobarde, Jay no merecía ser caballero pero no había sido lo suficientemente sincero con Lord Robb.
—¡Jay por favor! ¡Dile a Robb Stark que no le de la Perogrullada! ¡Matará a Lady Lyanna! ¡la matará! —escuchó los gritos de Lyra sin querer detenerse, pero tuvo que hacerlo cuando vió a Torrhen Karstark abrir la jaula y amenazar a Lyra con una vara de madera.
—¡Cierra la boca, puta! ¡el Matarreyes y tú han estado todo el día con eso! —Jay corrió para detener al carcelero, lo tacleo cayendo ambos en el lodo. —¡Suéltame escudero de mierda!
Lyra logró escapar con cadenas en las manos y quitarle al carcelero las llaves, corrió hacia la jaula de Jaime Lannister y la abrió tan pronto como pudo, dentro libró al León de sus cadenas y este se perdió con rapidez entre la oscuridad, el alboroto y los heridos hacia la tienda en la que Lyra le había informado, se hallaba su sobrina.
Lyra fue sometida nuevamente, esta vez con mayor fuerza, Torrhen Karstark la golpeó repetidas veces en el abdomen con la vara de madera sin que Jay pudiera detenerlo pues se hallaba inconsciente con su cabeza sumergida en el lodo y el estiércol.
Lyra sintió el dolor recorrer su vientre hinchado, lloró pidiendo clemencia para recibir más golpes en respuesta.
Se desmayo deseando que el dolor se detuviera.
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