▶Lyanna Baratheon, hija de Robert y Cersei Lannister, hermana mayor del príncipe Joffrey, es separada de su familia por órdenes de su padre, el Rey.
Robert desea que su hija sea casada con el primogénito de su mejor amigo y compañero de guerra Eddar...
—No creo que una niña de ocho años deba ir a una ejecución. —declaró Eddard Stark totalmente convencido de que la princesa no debía ir a ver cómo le cortaba la cabeza a los bandidos que habían intentado secuestrarla y matar a su tío.
—Mi sobrina desea ir, Lord Eddard, dele ese gustó a mí también me gustaría ir, pero apenas puedo levantarme de esta cama. —sonrió el hombrecillo dando un largo trago a su vino.
La princesa estaba sentada a su lado, no había habido manera de sacarla de la habitación de su tío, ella misma había atendido sus heridas guiada por el Maestre Luwin.
El enano Lannister por poco perdía la vida, cuando una hoja le rasgo la piel del cuello, por suerte lograron contener la herida hasta llegar a Winterfell, desde hacía dos días que la princesa se la había pasado en la habitación de su tío hasta muy oscurecido el día o que incluso dormía ahí.
Ned supo desde luego que, a pesar del aspecto de la niña, había heredado la bondad del lado Baratheon, pues amaba a su deforme tío y le procuraba como a nadie.
—Lord Eddard estoy aquí, no hablen de mí como si no estuviera en la habitación, tendré ocho años, pero soy una princesa y provoque la muerte de mi Septa, de siete hombres, dos doncellas y que hirieran a mi tío de muerte. —el pequeño Lannister le tomo la mano a su sobrina para reconfortarla más de una vez le había dicho que eso no era su culpa, pero ella seguí empecinada con aquella idea. —Es mi deber si quiera sino blandir la espada por lo menos presenciar la ejecución de los hombres que asesinaron a tanta gente por mí.
Ned vio en ella demasiada determinación, nunca había visto aquello en sus hijos, pero ellos no habían presenciado la muerte tan de cerca, habían nacido en el largo verano por lo que decidió que su hijo Robb, así como su bastardo Jon Snow y su pupilo Theon Greyjoy irían por primera vez a una ejecución para acompañar a la princesa.
—Bien, princesa, si es lo que desea así será, haré que preparen un caballo para usted. Mañana a primera hora partiremos
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