61

1.7K 132 12
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ejercicios de respiración, mi lady, como lo ensayamos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ejercicios de respiración, mi lady, como lo ensayamos. —le recordó el maestre a la joven madre.

Lyanna intentaba realizarlos pero nada la había preparado para eso, el dolor en la pelvis era incontenible.

—Estoy aquí contigo, Lyanna, aquí estoy. —le susurró Robb quién estaba a su lado tomándole la mano, ninguna petición lo había hecho desalojar la estancia.

—¡Puje! —le grito una de las parteras mientras preparaban mantas y agua, y otras le sacaban la frente sudada.

Lyanna pujó con gran dificultad.

—¡Ya veo la cabeza! —exclamo la mujer. —¡Un poco más!

La joven dio sus últimos esfuerzos, estaba muy agotada, si cerraba los ojos, se desmayaría.

—Mantente despierta, estoy aquí contigo para siempre, recuerda lo que me dijiste  Lyanna Stark “Yo soy tu amado lobo y tú eres mi dulce ciervo para siempre.” prometiste no abandonarme, no lo hagas. —le rogó Robb hincado, aferrado a su mano, con los ojos húmedos.

Cuando Lyanna escucho el llanto de un bebé, le regreso el alma al cuerpo.

Se inclinó intentando verle, vio como lo enrrollaron en una manta y se lo dieron, lo sostuvo entre sus brazos con miedo, era tan pequeñito, tan delicado.

Vio sus enormes ojos verdes y el cabello marrón oscuro de su amado lobo,  una perfecta combinación del dulce ciervo y el joven lobo.

Robb no podía creerlo, acercó un dedo para acariciarle la mejilla y la pequeña mano lo tomó, observandolo.

Ambos estaban sumamente embargados por el amor, no podían creer que amarán tanto a alguien que recién conocían.

—Eddard… —susurro Lyanna, cuando de pronto el dolor de la pelvis regreso.

La joven chilló de dolor intentando no llorar para no preocupar más a su esposo, pero fue inútil, Robb estaba muerto de miedo por segunda vez en su vida.

—Deme al niño. —dijo una de las parteras y Lyanna a regañadientes acepto.

La mujer de mayor edad palpó a la joven madre y su cara de sorpresa espantó a Lyanna y Robb.

—¡Hay otro bebé! —exclamo la mujer apresurando a sus compañeras.

Lyanna a penas estuvo consciente con este segundo, se desmayó al tercer esfuerzo, solo recordó a Robb pidiéndole que se quedará con él.

Lyanna a penas estuvo consciente con este segundo, se desmayó al tercer esfuerzo, solo recordó a Robb pidiéndole que se quedará con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Se imaginaban dos bebés?
¡L@s Leó!

мy sωєєτ ∂єєr || ƒαทƒicτiσท rσвв sταrк || GOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora