▶Lyanna Baratheon, hija de Robert y Cersei Lannister, hermana mayor del príncipe Joffrey, es separada de su familia por órdenes de su padre, el Rey.
Robert desea que su hija sea casada con el primogénito de su mejor amigo y compañero de guerra Eddar...
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—Me enteré de que lady Lyanna espera un hijo, mi lord, siete bendiciones para usted, Lady Lyanna y el pequeño. —felicitó Lyra Payne.
Robb vio a la joven colocar una mano en la hinchada barriga, sabía porque estaba ahí, lo que le iba a pedir y él no se lo daría.
—No te dejaré ir hasta que el niño nazca, Lyra. Qué Lyanna este esperando un hijo no cambia las cosas, yo me haré cargo del niño que llevas en el vientre. —afirmo.
Lyra quería irse de ahí, odiaba ese lugar, estar ahí le recordaba constantemente los abusos de Theon Greyjoy y los golpes de parte de aquel carcelero al que debía agradecer si su hijo salia una bestia deforme.
Ese niño no era hijo de Robb Stark sino de Theon Greyjoy su ultrajador, no podía ver con buenos ojos a la criatura que crecía en su vientre sumado a las advertencias que el maestre Cailin les había dado acerca de su condición al nacer.
Lyra tenía pesadillas, imaginaba a su hijo siendo un pequeño monstruo con garras y dientes que desgarraría su vagina con tal de salir, el error constante de las malas decisiones que había tomado y lo que provocaría su muerte prematura, eso era para ella la criatura que Robb Stark tanto salvaguardaba.
—Cuando nazca, serás libre de irte, pero me gustaría que te quedarás para que él tuviera la oportunidad de conocer a su madre. —pidió el Rey en el Norte sabiendo la respuesta de la dama de compañía de su esposa.
—No, yo no lo quiero, usted lo sabe e igual me obliga a tenerlo, él sufrirá, jamás lo aceptarán por su aspecto y ahora con el nacimiento de su hijo legítimo, el niño pasará a ser el bastardo monstruoso del Rey en el Norte con una mujerzuela de la que cambiarán su origen cada que cuenten la historia. —espeto la joven furiosa, las lágrimas habían comenzado a salir de sus ojos. —Si desea perdón, si por esa razón se siente con el deber de hacerse cargo de este niño, lo absuelvo, usted no tiene la culpa de nada de esto, solo no me obligue a tenerlo.
Lyra le estaba rogando matar a un ser indefenso y Robb no podía, no después de todas las veces en las que había perdido un hijo y el dolor que eso le había traído a su dulce ciervo
—No, tú tendrás a ese niño, en cuanto lo tengas podrás irte y es lo último que te ofreceré. —ordeno dejándola con las manos echas puños y ganas de golpearse el vientre hasta matar a la criatura que le recordaba a Theon Greyjoy.
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Dado lo que se celebra hoy, 10 de mayo en México y en muchos países es algo irónico este capítulo. En fin... ¡Disfruten la lectura!
