JungSook llegó a casa por la noche, frotó sus manos al cerrar la puerta teniendo éstas congeladas por el frío de afuera. Caminó hacia las escaleras, pero una mano tomó su brazo deteniéndola.
— ¿Fuiste a verlo?
— ¿A quién? —frunció el ceño.
— Sabes a quien—la soltó.
— No, no fui a verlo—se limitó a responder—Supongo que debes estar muy contento ahora, ¿Cierto? —fue cortante por primera vez en su vida— ¿Cuándo decidieron ser vampiros? ¿Por qué?
— Ser humano y morir no era algo que nos apetecía hacer—se encogió de hombros—No se aleja mucho de la realidad de tu padre.
— ¡Él no es mi padre!
El señor Im sonrió satisfecho, JungSook era simple de alterar.
— Pobre JungSook, se enamoró tontamente de su padre...
— Esto es inútil—subió las escaleras dirigiéndose a su habitación y encerrándose en ella. Era extraño que por primera vez ellos no la golpearan, ¿Qué les pasaba ahora?
Cuatro meses después
— Regrese pronto—forzó una sonrisa para el cliente cuando le devolvió el cambio. Jimin al ver que JungSook se desocupaba decidió acercarse al mostrador donde la chica permanecía en la caja— ¿Necesita algo, oppa?
— Creo que puedes volver a casa temprano.
— No voy a dejarte solo, Jiminie.
— Te la pasas el día entero aquí, siempre cumples con tu horario y con lo que te digo, tómalo como un descanso—intentó animarla. Las noches de abril eran frescas, pero a veces algo calurosas al mismo tiempo, la amistad entre esos dos chicos había crecido mucho en esos cuatro meses, Jimin la cuidaba como a su hermanita y JungSook disfrutaba de la compañía del chico, eran muy buenos amigos, pero Sook sabía muy poco sobre la vida personal del chico rubio.
Jimin entró a la zona de la caja y JungSook lo abrazó tomándolo desprevenido.
— Gracias—susurró.
— ¿Por qué? —quiso saber.
— Por ser bueno conmigo y tenerme paciencia—suspiró—Eres una buena persona, Jimin.
— Oye, no lo digas de ese modo, lo haces lucir como una despedida—la alejó tomando sus manos—JungSook, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, siempre te ayudaré, ¿De acuerdo?
Sook sonrió un poco asintiendo, la chica fue a deshacerse de su delantal recogiendo su bolso colgándolo en su espalda, se despidió de Jimin prometiendo verlo mañana, JungSook ahora trabajaba su jornada completa por lo cual la persona con la que más pasaba rato era con ese chico de mejillas regordetas, sabía que Jimin venía de Busan, había venido a Seúl cuando adolescente con su madre, se había ganado una beca en una academia de baile contemporáneo, pero Jimin lo dejó y no le dijo la razón.
Caminando entre las personas veía al cielo oscuro, se podían apreciar muy pocas estrellas, a pesar de no hacer frío, la chica iba vestida con unos Jeans, blusa blanca, unas zapatillas negras y un suéter delgado del mismo color. Avanzando se detuvo al percatarse de la tienda frente a sus ojos, no tenía prisa en llegar a casa porque bueno, ya sabía que le esperaba.
Los golpes habían cesado, eso era bueno pero sus abuelos se habían empeñado en recordarle una y otra vez lo de su madre, JungSook se estaba acostumbrado a ello, poco a poco iba reuniendo dinero, con el pago de ese mes tendría suficiente para mudarse, no quería contarle a la pareja hasta que fuera seguro, ella ya no perdía el tiempo discutiendo con ellos, ahora sólo dejaba que dijeran lo que quisieran.
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Bloodline ♠ [BTS] COMPLETA
FanfictionIm JungSook ha crecido a base de maltratos, golpes, humillaciones e insultos de parte de sus padres pero cuando decide huir de casa no sólo aprenderá a vivir como lo merece sino que también descubre muchas mentiras y engaños que sus supuestos padres...