Bloodline ♠ [BTS] COMPLETA

♠ Capítulo 26 ♠

JungSook salió del baño un poco más despierta, se había quitado ese olor a licor y estaba más presentable, en aquella casa había quedado algunas prendas suyas por lo cual se vistió con ellas, su cabello estaba mojado cayendo suelto por su espalda, salió de la habitación con su bolso en su espalda, bajó las escaleras encontrando a los chicos en la sala, con algo de vergüenza recordando lo que JungKook le dijo sobre lo que hizo anoche decidió al menos despedirse antes de irse.

— Buenos días, lamento lo sucedido anoche, no volverá a pasar, yo...—la pobre no era ni capaz de mirarlos, enserio quería que la tierra la tragara allí, incluso sus mejillas se pusieron rojas—Debo irme, lo siento—hizo una reverencia dispuesta a irse, pero antes de moverse escuchó su nombre a sus espaldas.

— ¿Tienes que irte ya, JungSook? —ese era Hoseok.

— Puedes quedarte un rato más si quieres—comentó TaeHyung—Ya que tendrás el día libre...

— No quisiera ser más molestia de lo que he sido—se giró mirándolos. La mirada de JungKook le hizo aclararse la garganta, definitivamente no podía verlo como su padre.

— Nunca has sido una molestia—NamJoon se atrevió a intervenir.

— Pero nadie te detendrá si te vas—finalizó Kook. JungSook mordió su labio e hizo un gesto con su lengua por la parte interna de su mejilla mirando a la puerta y luego a los chicos.

Ella enserio no quería irse.

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JungKook veía a JungSook reír a carcajadas jugando con Hoseok y TaeHyung en la piscina, le gustaba escucharla así, claro que sí, le hacía sentirse bien, le hacía olvidarse de los problemas. La chica tenía su ropa mojada pero poco le importaba, los juegos habían comenzado cuando TaeHyung la empujó al agua, había hecho un berrinche y fingió haberse lastimado, le sorprendió que ambos de inmediato fueran a verla, pero no contaron con que ella los hundiría en el agua entre risas.

NamJoon y JungKook en cambio estaban sentados en una de las sillas a pocos metros de la piscina, pero a salvos de ser mojados.

— YoonGi y su hermana preguntan por JungSook—comentó Nam llamando su atención—Se preocupan mucho por ella.

— Ese YoonGi no me agrada mucho.

NamJoon levantó una de sus cejas mirándole incrédulo.

— Sí, bueno, todo hombre que se acerca a ella últimamente te desagrada—JungKook lo miró—Dime, ¿Tienes celos de nosotros también? —el pelinegro bufó—Oye, deja de hacer eso, JungSook es tu hija.

— Por eso me preocupo por ella.

— Ambos sabemos que no es sólo por eso.

— Hyung...

— No, escucha, será mejor que aclares tus sentimientos y dejes de confundirla—fue serio y directo—Si no puedes hacer eso...será mejor que te alejes de ella.

— ¡Hyung! —reprochó—No voy a dejarla.

— Tendrás que hacerlo, no te quiero ver en algo extraño con ella, Jeon JungKook—advirtió antes de levantarse e irse. Los chicos se percataron de ello incluyendo a JungSook, los juegos en la piscina se detuvieron y ambos chicos decidieron salir.

— ¿Quieres que hablemos con él? —preguntó TaeHyung en voz baja al estar cerca de JungKook.

— No, está bien—forzó una sonrisa.

Unos pocos minutos después, ambos se quedaron solos, JungKook se levantó de la silla recogiendo una de las toallas, se acercó a la orilla de la piscina extendiéndole su mano a JungSook, la chica aceptó dejando que la jalara hasta sacarla del agua, comenzó a secar su cabello con la toalla en total silencio.

Cada vez que NamJoon le tocaba el tema de sus sentimientos parecía que le molestaba, JungKook no pedía que se emocionara por el hecho de que sentía algo por su propia hija, pero sí que al menos intentara entenderlo o aconsejarlo. ¿Alejarse de JungSook y volverla a dejar con esos tipos? No podía cometer el mismo error dos veces.

— ¿Discutieron? —escuchó preguntar a Sook.

— No.

— NamJoon se veía molesto.

— No discutimos—secó su rostro—Sólo tenemos problemas como siempre.

— ¿Qué problemas? —JungKook colocó la toalla por sus hombros deteniéndose—No me digas, yo soy el problema, ¿Cierto?

El chico miró esos ojos oscuros esperar respuesta, algunas gotitas de agua resbalaban por su cuello aún, JungKook pudo escuchar su corazón perfectamente, ¿Por qué no podía sentirse mal con lo que hacía? De todas maneras, él no tenía cien por ciento de la culpa, si NamJoon no hubiera cometido ese accidente esa noche...JungKook hubiera seguido con Sook, hubieran tenido juntos a JungSook, se hubieran ido lejos de sus padres y de todos, hubieran comenzado su vida como familia.

JungKook hubiera sido un buen padre si NamJoon no hubiera intentado asesinarlo, pero a último minuto se arrepintió convirtiéndolo en lo que era hoy en día, sí, JungKook no podía sentirse tan mal por sus sentimientos porque en todo caso el mismo NamJoon tiene que sentir esa culpa.

Todo acto tenía sus consecuencias.

JungSook esperaba una respuesta, las manos de JungKook sostenían la toalla, quizás más tensas de lo normal, acercó a la chica a él y sin pensarlo unió sus labios con los de ella, JungSook jamás había besado a nadie, recién descubría el mundo y todo el desastre en el que vivía por culpa de sus abuelos, su corazón latía con tanta fuerza que temía que se saliera de su pecho, ¿Debería aceptarlo o rechazarlo? ¿Por qué lo consideraba siquiera?

JungKook no movió sus labios como para darle la oportunidad de acostumbrarse a ello y comprobar si JungSook lo empujaría lejos para luego salir corriendo o se quedaría allí, la respuesta fue la segunda, las manos delgadas de ella se aferraron a su sudadera gris, el primer movimiento lo hizo él entreabriendo sus labios causándole un cosquilleo interno a la pobre chica, ésta lo imitó iniciando una nueva danza entre ambas bocas, los dos tenían sus ojos cerrados dejándose llevar nada más.

JungSook no se movió siguiéndole el ritmo lento y suave, escuchaba el sonido de los besos entre ambos causándole cierta emoción o nerviosismo, no lo sabía, pero cuando JungKook se separó permitiéndole respirar. Los ojitos de la chica brillaban de una manera especial, a JungKook le recordó cuando la vio por primera vez, esa mirada única parecía haber vuelto a ella.

— Mantengamos esto en secreto, ¿Sí? —pidió el chico cubriéndola con la toalla.

— Sí—asintió.

Jeon JungKook la había besado y ella no podía estar más feliz.

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