Cierro los ojos,
y mis sentidos se agudizan.
Cierro los ojos,
y siento tus labios más intensamente;
cierro los ojos,
¿tú crees que es por miedo?
Ninguno le teme al amor;
nadie le teme al placer.
Cierro los ojos
y recuerdo
aquel comienzo;
no sabía yo si caminaba
a tu encuentro,
o si tú al mío.
Cada vez más cerca, nos atrajimos sin esfuerzo
¡es que tú caminabas hacia mí,
y se acortaba el camino!
Cierro los ojos:
estoy contigo.
Respiro ahora felicidad.
¡Nuestra complicidad,
que nunca acabe!
Nos amamos ahora,
apasionadamente,
deseo fervientemente,
que esto nunca acabe; que nuestro loco amor,
nunca se acabe...
Sí, amor;
cierra los ojos;
confirmemos estos sentimientos,
que sea como la primera vez;
converjamos en los recuerdos,
mirémonos nuevamente;
toma mis manos
y dime que me quieres;
ámame;
tómame;
siénteme;
aférrame;
bésame;
contémplame;
entrégate;
cántame
las melodías de tu amor.
Sí, corazón;
solo cierra tus ojos...
El escritor Antoine de Saint- Exupéry, expresó: "Lo esencial es invisible a los ojos".
Mucha veces, cerrarlos, permite percibir más.