Soy un ladrón,
porque robé un sonido al viento
para escribirte una canción
que te deje sin aliento.
Soy un ladrón;
porque para hacerte un collar,
le robé a la playa
una caracola de mar;
soy un ladrón...
¡qué le voy a hacer!
Robé las rosas de un jardín,
para dártelas también...
Soy un ladrón.
Quité a las musas sus ideas,
y con hilos de poesía las uní
para componerte un poema.
Soy un ladrón;
desplumé a las aves más bellas...
con sus plumas te hice una capa
que cubra tu piel de seda...
Soy un ladrón:
a la mariposa le quité su terciopelo
de las alas, para hacer con él un velo
que cubra tus blondos cabellos.
Soy un ladrón;
le robé a tu boca una sonrisa,
cuando te saludé una tarde,
mientras andabas con prisa...
Soy un ladrón
de tu mirada, que furtiva,
clavándose en mí, un día,
hirió mi alma - flecha y espina...-
Soy un ladrón...; yo,
que creí que porque bebías
después de mí, de mi copa,
a mi amor correspondías...
Soy un ladrón,
porque te robé un beso
y a tus brazos, el afecto,
por mera equivocación.
Soy un ladrón;
yo te robé más que eso;
casi te robo el secreto
que entre tus caderas se esconde
por ceder a la pasión...
Soy un ladrón;
le robé un latido a tu pecho,
y una caricia infantil a tu seno,
para vivir sin tu amor.
Soy un ladrón;
aunque sé que tú no me quieres
un día tendré tus placeres
y conquistaré a tu corazón.