Amigo, yo sé que la quieres;
bien sé que tú eres su dueño.
No me gusta, pero lo acepto...
¡Con tal de mirarla a ella!
Sufriré cada vez que la beses,
arderé en el calor de la envidia,
mas yo fingiré una sonrisa
¡Con tal de mirarla a ella!
Me quedaré, como sediento,
cuando se vista para ti;
trataré de nada decir...
¡Con tal de mirarla a ella!
Los días que compartan alcoba
- ¡vaya tortura! Escuchar sus gemidos...-
Me cubriré los oídos...
¡Con tal de mirarla a ella!
Tú le dirás que la amas;
"yo te amo", responderá.
Una lágrima caerá...
¡Con tal de mirarla a ella!
Y otras veces, se pelearán;
y entonces, dejarán de hablarse.
Amigo; habré de aconsejarte...
¡Con tal de mirarla a ella!
Lento, moriré de amor;
mi elixir de vida, será ella.
Me salvaré con míseras gotas...
¡Con tal de mirarla a ella!
Amigo, yo a ella la amaba
la adoraba, antes que tú...
Te la cedí, por amor a ti...
¡Y con tal de mirarla a ella!
Pero si un día te descuidas...
amigo; yo mucho lo siento.
La llenaré de consuelo...
¡La haré mía, te lo prometo!
Me quedaré con lo que es mío
por antigüedad y por derecho;
tuviste la oportunidad, a mi pesar...
¡Amigo mío; cómo lo lamento...!