Amo tu llanura,
donde recuesto mi cabeza,
cobijada por la espesura
de tu negra cabellera.
Amo tu llanura,
porque ha recibido mis besos;
los ha sentido con embeleso,
como lo ha hecho ninguna...
Amo tu llanura;
porque aún regada con mis lágrimas,
en ella han nacido amores nuevos,
hoy, enraizados en mi alma.
Amo tu llanura,
en donde se esconde tu corazón;
llanura que tantas veces,
se ha estremecido con mi pasión;
amo tu llanura,
que he estrechado contra mi pecho,
con ansiedad y con premura,
en tiempos felices y en tiempos negros.
Amo tu llanura
de suavidad sin fin,
de tibieza sin mesura,
de calma, y de frenesí...
Amo tu llanura;
que se ha vuelto mi hogar,
donde están el lagar
y el cauce de mi bravura.
Amo tu llanura;
¿qué me importa que sea llana?
Si es fértil, y lozana;
jugosa, como una fruta...
Amo tu llanura:
no la cambiaría por nada.
Ni por un valle de hermosura...
ni por un par de montañas...