Si estamos solos,
nuestro aire se llena de Amor.
Nuestros cuerpos se hablan en el silencio;
y es un misterio lo que dicen.
Si estamos solos,
nuestras bocas no se hablan,
se acercan;
se rozan, se abrazan,
y se entrelazan...
Si estamos solos,
sobran las palabras;
con una mirada
sé lo que piensas,
sabes lo que quiero,
sé lo que sientes,
sabes cuánto te deseo...
Si estamos solos,
y por testigo las sombras,
la luna, con sus vapores,
se desnuda;
y tú te despojas con ella.
Te entregas a mis pasiones
y no me restringes nada...
Si estamos solos,
todo en ti se agita;
y la agitación de tu pecho,
la calma mi pecho...
Brasa ansiosa;
que no terminas de encenderte
con la brisa de mis besos...;
no te dejaré apagarte...
Pero, ¡ay!
¡Cómo quemas si te incendias!
Si estamos solos,
no hay noción del tiempo;
no vemos nacer el sol,
por las cortinas corridas...
Si estamos solos,
nuestro amor se hace magia;
nuestros brazos se hacen alas,
nuestras manos se alargan,
nuestras voces se apagan
y murmuran
sonidos de libidinoso significado...
Si estamos solos,
de la oscuridad de la alcoba
nacen estrellas;
el sofá se vuelve diván;
el suelo, hierba...
Y exploramos el Cosmos
bajo las sábanas de tu Universo,
donde tú renaces, y yo muero...