No es mártir el que por otro muere,
no el que no por valiente muere,
sí el que por otro y causa noble muere,
o el que por otro, sufre sin causa,
por amor y sin precio.
Mártir no es quien sufre,
quien sufre y que nada hace;
mártir es quien se entrega, el que sacrifica;
se doblega, no pide, no exige, no daña:
el mártir muere por todos, porque él está salvado.