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Cristina

El avión despega y, a diferencia de otras veces donde ya ni siquiera siento el molesto cosquilleo en el estómago gracias a mi inagotable experiencia en viajes transatlánticos, hoy estoy sudando, temblando y temiendo por mi vida como si no existiera un mañana. Como si supiese que el avión fuese a tener una falla técnica insalvable en medio del océano, donde no queda posibilidad alguna de sobrevivir. Quizás, en otros momentos, o quizás incluso en este mismo, hubiera deseado que eso me pasara. Hubiera deseado la muerte antes que cualquier otra cosa que realmente me sucedió, y muchas personas sólo pueden oírlo y creer que es un cuento de pesadillas.

Me encuentro bastante sola a pesar de tener a un hombre hermoso a mi lado. Me pongo a pensar en si acaso eso es suficiente; si Damián Vulture es efectivamente suficiente para mí. Estoy huyendo a Londres con un chico del cual me volví loca y que casualmente no conozco bien, pero que me convenció con una gran verdad, y es que en Drawnwood tampoco tengo a nadie en quien confiar. Ahora, estoy obcecada en sacar probabilidades entre quién me lastimará menos, o mejor dicho quién me traicionará antes, si mi familia o esta pequeña porción del clan Vulture en Hatfield, que por si fuera poco tiene a Valerie. Podríamos decir que mi mejor amiga es el gran incentivo que tengo para volver a aquella casa casi ajena. Después de todo, si Viola y Damián terminan comportándose como auténticos demonios y no como una especie de "pseudo-humano-medio-malotes-para-ciertas-cosas", bien podría llevármela conmigo sabiendo que ella jamás sería capaz de hacerme daño. En fin, es la única persona en la que realmente puedo confiar.

¿La infidelidad de Damián Vulture? Tal vez me la tendría que haber esperado. Los humanos se la esperan, los demonios la tienen claramente asimilada..., los ángeles no podemos tolerarla. ¿Tan raro es acaso desear una relación que dure por mucho tiempo y que, para variar, ninguna de las partes tenga que estar con otra persona (u otras) en el mientras tanto? ¿Es en serio muy extraño? ¿Seremos los ángeles los únicos idiotas en seguir con esta telenovelesca influencia de nuestros antepasados que se casaban una vez en la vida y ya?

Pues síiiiii...

Hasta mi cabeza idiota me contesta, y se supondría que tendría que haberme dicho lo contrario. Claramente hasta yo misma sé que quizás soy muy fantasiosa y aniñada. Sin embargo, no puedo admitirlo. Que se haya acostado con Cassidy, quiero decir: no puedo siquiera tragármelo. Creo que si a Faye, a mamá, a papá o a cualquier ángel le sucediese lo mismo, tampoco podría pensar en perdonarlo. Vamos, ¡que ni siquiera todos los humanos lo perdonan! Aun así, aquí me encuentro, a diez kilómetros de la superficie, sola con un Damián Vulture muy buenito y con esperanzas de encontrar la redención.

No tengo intenciones de darle una respuesta segura ahora. O muy pronto.

Lo único que quiero es encontrar a Valerie.

-Oye.

Siento su frío tacto en la mano y la sorpresa me lleva a mover la cabeza hacia su lado; anteriormente la tenía apoyada en la pared.

Actúo como si hubiera salido de un largo trance y no recordara dónde estoy.

-Perdona, es que has estado callada desde hace un tiempo largo –se excusa Damián con voz pausada. Se ve que en su mundo todo funciona de lo más bien. Sinceramente, hasta creo que lo envidio (y sí, la envidia es mala, muy mala)-. Ya estaba comenzando a asustarme.

Me yergo en mi asiento y me estiro. Jamás en mi vida he terminado de acostumbrarme a quedarme sentada por un largo tiempo, ni siquiera estando en la primera clase. Enderezo las piernas y muevo los pies de un lado al otro; Damián Vulture ríe con ternura ante mi movimiento de tobillos.

Luz y Oscuridad [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora