Bucky despertó cerca de las nueve de la mañana, casi babeando sobre el pecho de Steve. Había dormido realmente bien, incluso se sentía con buenas energías. Se sentó en el abdomen de Steve y lo miró. Bostezó y se estiró, para luego acercarse y besar su mejilla. Se quedó observándolo un largo rato. De verdad le hacía feliz estar cerca de ese hombre, y no solo porque él mismo lo notaba, sino también sus amigos. Siempre decían que andaba en las nubes cuando Steve se le acercaba o interactuaba con él. Bucky sabía exactamente lo que sentía, pero no estaba seguro de cómo se sintiera el rubio. Por ahora solo iba a dejar que las cosas fluyeran y no va a permitir que fuera lo que fuera que tienen se arruine. Besó consecutivamente sus mejillas y sonrió.
—Steve, ya despierta. —Después de un rato besándolo, el rubio se quejó leve y abrió sus ojos. Pudo apreciar al castaño sonreírle y tal escena fue suficiente para alegrarle el día entero.
—Perturbas mi sueño.
—¿Ah, sí? Y yo que pensé que eso no tenía importancia ahora. —Steve le sonrió.
—¿Dormiste bien?
—Bastante bien, ¿y tú?
—También. —Bucky se acercó y besó suave sus labios.
—¿Qué haremos hoy?
—Lo que tú quieras. —Bucky esbozó una sonrisa.
—Hm, ¿lo que yo quiera?
—Lo que quieras, dulzura.
—Perfecto. —Besa de nuevo sus labios.
—¿Quieres desayunar?
—Sí, tengo mucha hambre.
—¿Y qué quieres comer? —Bucky se acercó a su oreja y la lamió.
—Quiero comerte a ti, Rogers. —Susurra suave, lo cual hace a Steve sonreír. El rubio bajó su manos y apretó sus glúteos bajo la única prenda que los cubría, la cuál era su ropa interior.
—Bucky... —El castaño se acercó para besarlo y Steve se dejó llevar con el beso. Masajeaba los glúteos del chico con fuerza mientras Bucky metía su lengua en la boca del rubio y frotaba su miembro contra el de él, respirando agitado y haciendo suaves sonidos que sabía que hacían al contrario enloquecer. Steve terminó succionando suave el labio inferior de Bucky, mientras este iba separándose lento.— Adoro esos labios, son realmente sensuales.
—Lo sé. —Alza una ceja presumido, para luego bajar un poco y besarle el cuello, dejándole marcas visibles. Steve sonreía al sentirlo.
—No vayas a dejar marcas, ¿eh?
—Qué injusto. ¿Por qué tú sí puedes dejarme como un jodido dálmata y yo no?
—Exacto. Esa es mi tarea, no la tuya.
—Muy tarde, Rogers. Además, es más fácil que esas idiotas no se te acerquen si ven esto.
—¿Celoso? —Dice molestándolo.
—Ugh, ¡por un demonio, sí! No quiero que se te acerquen, ni te toquen, ni te propongan tríos, ¿ok? —El rubio lo miró, bastante feliz por esa respuesta.
—¿Por qué tan tierno, eh?
—C-Cállate.
—Entonces, adelante. —Lo acercó de nuevo a su cuello.— Haz las que creas necesarias.
Bucky sonrió y marcó totalmente el cuello de su profesor. Se alejó un momento mirando el resultado y asintió leve, besando de nuevo algunas de las marcas.

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𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬
Fiksyen Peminat𝐄𝐱𝐚𝐜𝐭𝐨, 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬 𝐚𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐚 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐨𝐛𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨...