Capítulo 4

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—¿En serio?

—Sí, no ha sido como mi mejor hazaña o algo de lo que esté orgulloso, pero sí. —Bucky rió.

—¿Quién diría que alguien tan serio podría tirarle huevos a la casa de su ex?

—Fue una maldita, lo merecía. —Sonríe orgulloso.

—¿Será que ya se acostaron? —Dijo Sam a lo lejos, mirando como su amigo abandonaba el grupo para ir a charlar en el almuerzo con Rogers.

—Nah, James ya lo hubiera publicado en Facebook.

—Hacen linda pareja, ¿no? —Menciona Wanda emocionada.

—Puede que sí, pero tendrán que disimular si quieren ligar.

—Bucky parece una chica babosa enamorada. —Ríe el moreno.

—¿Y qué será de Rogers? ¿Le gustará Bucky o solo está siendo amigable?

—No estoy segura, pero parece que está disfrutando la conversación.

—¿Y tú qué has hecho, Bucky? No creo que seas tan angelical.

—Pues... —Hace un mes tomé fotos tuyas desnudo. No es tan grave, ¿verdad?— siempre he sido muy tranquilo. No sabría qué decirte. —Ríe.

—Vamos, algo has de haber hecho.

—Rompí la ventana de mi mejor amiga estando ebrio y una vez volteé los bolsos de mis amigos y los enterré. Bromas clásicas, nada fuera de lo común.

—Eso veo. —Sonríe.— Ya vamos a entrar, ¿vienes?

—Seguro.

En cuánto caminaban a la clase, pasaron por la mesa donde estaban los demás. Bucky les guiñó, haciéndoles saber que estaba haciendo un buen trabajo con Rogers.

—Bueno, será mejor seguirlos antes de que los encontremos cogiendo en media clase.

La clase concurrió normal.
Hoy había bastante participación en clase, todos pasaban a hacer un ejercicio al pizarrón. Cuando llegó el turno de Bucky, el castañó tomó el marcador y empezó a copiar sus procedimientos del cuaderno en la pizarra. Era obvio que Rogers no iba a perder oportunidad para admirar al castaño mientras estaba ocupado resolviendo el problema. Tenía un cuerpo bien formado y hoy usaba unos jeans que remarcaban bien sus piernas. Probablemente era una de las cosas que más le gustaban al rubio, las formadas piernas de James. También le gustaba cuando acomodaba su cabello o jugaba con él. Se entretuvo bastante mirándolo. Apoyó su barbilla sobre su puño mientras esperaba a que lo resolviera.

Natasha miraba como su amigo resolvía el problema, pero luego vio a Steve. Pudo notar la atención y la mirada peculiar que el mayor le daba al castaño. Pensó que Bucky literalmente estaba teniendo suerte con él.

—Entonces el resultado es... ¿3?

—Bien hecho, James. —Steve le guiñó un ojo y el menor sintió como si su alma escapara de su cuerpo.

—G-Gracias.

Regresó a su asiento y se quedó allí, más que descompuesto por el gesto dado por Rogers.

—Hey, Buck...

—Dime.

—Flechaste a Rogers, ¿verdad?

—¿Qué? No. No aún...

—Por favor, solo falta que coqueteen un poco más evidente para que la universidad entera lo sepa.

—Bien, bien. Tal vez hablamos un poco más, pero es todo.

—Ajá... Si supieras como se te queda viendo, dejarías de responderme de manera estúpida.

𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now