Capítulo 15

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El castaño andaba de muy buen humor, habían pasado alrededor de dos semanas en las que él y Steve no habían podido reunirse debido a que el rubio tenía muchos exámenes por revisar y Bucky debía estudiar para los parciales, pero finalmente ambos estaban libres de sus deberes. Planeaban hacer algo cursi y común entre parejas (aunque aún no lo fueran) y era cocinar algún postre juntos en su apartamento.

Las últimas clases suyas eran con el rubio, alrededor de tres horas, pero en vez de que Steve entrara al aula, entró el rector.

—Clase, lamento informarles que el profesor Rogers se ausentará unos días por razones externas. Hoy no pudimos conseguir a un suplente, pero ya para mañana estará disponible. Por ahora pueden retirarse a sus hogares o esperar a la siguiente clase. Buenas tardes.

Bucky alzó una ceja confundido y guardó sus cosas. Ya afuera, tomó su teléfono y llamó a Steve repetidas veces, pero no contestó. Le envió varios memsajes pero ni siquiera los estaba recibiendo. Esperó un rato, algo preocupado y volvió a llamar, sin recibir respuesta tampoco. Decidió ir a visitar su casa. Tocó varias veces la puerta y no parecía haber nadie, pero ahí estaba Sunn, ladrando. Miró hacia la ventana y no vio nada, pero luego gritó.

—¡Steve, ¿estás ahí?! ¡Soy Bucky!

Esperó unos minutos y no escuchó respuesta tampoco. Iba a irse, pero luego escuchó como la puerta se abría. Miró al rubio cubierto totalmente con una manta, su nariz y ojos bastante irritados. Tenía inmensas ojeras y estaba muy pálido. El castaño lo miró, preocupado.

—Steve, me asustaste. No me contestabas las llamadas ni los mensajes. Y te ves terrible. —Él solo asintió, pero James se acercó.— ¿Qué tienes?

—Supongo que gripe... —Escuchó su voz y era probable que la de un demonio sonara más clara que la de Steve.— Pero es muy fuerte, voy a morir...

—No digas eso.

—No... deberías estar aquí... Te voy a contagiar. —En eso, sacó un pañuelo y tosió pero Bucky escuchó la manera en la que sonaban sus bronquios y se asustó.

—¿Ya fuiste a un doctor? No deberías sonar tan terrible.

—Estoy... bien, se me pasará.

—Voy a cuidarte, ¿ok? No parece que hayas querido tomar algo, así que voy a quedarme.

—No es buena... idea... —James notó que estaba parpadeando algo lento y vio cómo se descompensaba. Miró que se apoyó de la pared pero su cabeza daba vueltas.

—¿Steve?

—Estoy... bien... —Notó que iba a irse para atrás, pero Bucky tomó su brazo y lo puso sobre su cuello para llevarlo a la cama, aún algo asustado de que fuera algo grave.

—Steve, estás literalmente ardiendo y las manos te tiemblan, no estás bien. Vamos a la cama y déjame cuidarte el tiempo que necesites, ¿ok? —El agotado rubio solo asintió. James cerró la puerta y llevó a Steve a la cama. Lo recostó con cuidado y lo cubrió con las mantas.— ¿Qué es lo que sientes?

—Me duele el cuerpo, la cabeza, la garganta, no dormí nada anoche, casi puedo toser mis pulmones, una fiebre asquerosa...

—¿Ya comiste algo? Estás muy pálido y débil. —Steve negó.

—Me da ganas de vomitar la sensación en mi garganta.

—¿Has tomado algo?

—Solo para el dolor de cabeza...

—Bueno, iré a comprar algo para que te sientas mejor y cocinaré algo suave, necesitas comer, ¿ok? Mientras descúbrete un poco, iré a traer una toalla con agua para que se te baje el calor.

𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now