Capítulo 27

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—¡Sí, hace mucho que no tomaba un tiempo libre! —Sonrió Wanda bajando su maleta.

—Sí, está divertido. —Sonrió Natasha también y todos fueron a hacer el check-in.

—"Hotel Grand", sus piscinas se ven buenas. —Dice Sam mirando a lo lejos.

—Bien, lo primero es revisar el lugar, ver los paquetes de boda, entretenimiento y todo eso. Luego, podemos divertirnos, ¿va? —Menciona Bucky mientras revisa un papel.

—Claro, cariño. Tendremos una luna de miel genial pronto. —El castaño sonrió.

—Sí, seguro.

Todos fueron a seguir la rutina del castaño. Se estaban divirtiendo bastante en la piscina y todos iban a planear juntos la boda del castaño que sería en seis meses. Bucky ya había olvidado a Steve, o al menos parcialmente. Dejó de creer en esa esperanza absurda de volver a encontrarse con Rogers, ya habían pasado casi tres años y nada sucedía, así que trató de seguir adelante con su vida. Se iba a casar, tal vez tendría una familia, todo iba a ser mucho mejor.

O eso creía él.

—Vamos, Clint. El seminario ya va a empezar. —Dice Steve mirando su reloj.

—¡Ya voy, ya voy!

El rubio miró frustrado hacia la ventana. Miró distraído a las piscinas, pero vio a un chico de pelo largo de espaldas y suspiró. Recordó a Bucky, pero negó y desvió la mirada hacia otra parte, pero notó que había una pelirroja que se acercaba a él, al igual que una castaña y un chico moreno. Abrió los ojos sorprendido, ese grupo era idéntico al de Bucky. No podía ver más claramente debido a que estaba en uno de los últimos pisos, pero parecía tanto ser James y su grupo.

—Vámonos, Steve.

—Eh... Sí, sí...

El seminario transcurrió normal, pero Steve aún estaba intrigado por lo que había visto.

Al llegar la tarde, los amigos estaban en la discoteca. James andaba distraído con su novio y los demás bailaban y tomaban un poco.
Curiosamente, Clint, Tony y Steve también estaban allí. En un momento, Steve se levantó para ir al baño, pero Sam miró al lado y pudo notar a Rogers. Luego miró su trago, creyó que era el alcohol.

—¿Qué pasa, Sam? ¿Ya te sientes mal? —Ríe Wanda.

—No, no. Es que... no sé si fue por el trago, pero juro haber visto a Rogers pasar por ahí.

—¿Qué? Nah, fijo sí es el alcohol. —Dice la pelirroja incrédula, pero Wanda miró en esa dirección y estaba el profesor de Sistemas y también el novio de su hermano. Se sorprendió, feliz. Recordó que Pietro mencionó hace tiempo tener que ir a un seminario para mantener su empleo como profesor de Atletismo.

—¡Sí está aquí, sí está aquí!

—¿Rogers? ¿Está aquí?

—¡Sí!

—¿Y por qué tan feliz? —Pregunta Sam bebiéndose el resto de su trago.

—Porque podemos decirle a Bucky.

—No jodas, Wandie. Él va a casarse.

—¿Y? Sabemos que James siempre ha estado detrás de Steve.

—Pero no podemos decir nada. ¿Qué tal si le decimos y Rogers ya está casado con cuatro hijos?

—Eso debemos averiguarlo. —Alza una ceja.

—No me monten en su show de horror. —Rueda los ojos el moreno.

—Entonces, no me vengas después a preguntar qué pasó. —Sam suspiró.

𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now