—Me alegra que hayas venido. —Dijo su hermana sirviéndole refresco.
—No pasé una buena noche, necesitaba distraerme.
—Bueno, espero que un par de películas y pizza te hagan sentir mejor. —Ríe, sentándose a su lado.
—¿Qué vamos a ver?
—Una amiga me recomendó A Star Is Born, así que la veremos.
—Bien.
Todo iba bien. La película era muy buena, ambos la estaban disfrutando. La canción final sonaba, pero Bucky escuchó la letra de I'll Never Love Again.
Las frases lo hicieron recordar a Steve y al sueño que tuvo. No se sentía para nada mejor. Empezó a sollozar y a recordar a su chico, pero después su hermana se dio cuenta.
—¿Buck? ¿Está emotiva la canción? —Ríe.
—S-Sí, yo... Sí. —Limpia un poco sus ojos, pero no se detuvo. En serio extrañaba al rubio. Becca se acercó.
—En serio dudo que llores así por la película...
—Yo... —Él miró a su hermana.— No es nada.
—Vamos, ¿cuándo nos hemos guardado secretos? —Bucky lo pensó y solo suspiró.
—Aún lo extraño, Becky. Eso es todo...
—¿A... Steve?
—Sí, yo... Anoche tuve un sueño y fue tan real, casi pude sentirlo a él, pero nada fue en serio.
—¿Qué hay de tu novio?
—No lo sé, me siento mal por eso. Creo que solo estamos juntos porque creí que podía sentir lo mismo que sentí con Steve, pero es obvio que no.
—¿Quieres un abrazo? —El castaño no dudó y se tiró a los brazos de su hermana.
—Me he sentido tan mal, Becky...
—¿Qué tal si vuelves a topártelo en algún momento?
—No pasará. Por más quiera, yo eché a perder todo. Yo... lo perdí, él ha de odiarme y eso me duele.
—Ay, Buck... —Acaricia su espalda.— Tal vez no sea así.
—Por favor, no... No digas eso. —Dice aún llorando.— Tengo que dejarlo ir y olvidarlo, no puedo seguir con esto.
—Si tú lo dices...
[...]
—Al fin tengo la esperada cita que me prometiste, Steve.
—Sí, algo así. —La rubia colgó su bolso al lado de la puerta de la casa de Steve.
—¿Qué haremos?
—No lo sé, ¿alguna película?
—Genial. —Sonríe.
Mientras estaban distraídos charlando, a Sunn le llamó la atención el bolso de Sharon. Empezó a olfatearlo y lo jaló, bajándolo del gancho. Metió su gran nariz y se aventuró para ver qué tenía o si encontraba algún juguete nuevo. Arrastró el bolso hasta su cama y empezó a masticar y destruir primero el maquillaje de la rubia. El can se divertía feliz con el contenido del bolso de Sharon.
—Steve...
—¿Hm? —Dice algo adormilado, apoyando su barbilla en su mano sobre el brazo del sofá.
—¿Y si hacemos algo más interesante que ver películas? —Dice acercándose más a él.
—¿Como qué? —La mira de reojo y ella sonríe, acariciando su pierna.
—No lo sé, podemos ir a tu habitación. Estaremos más cómodos... —Finalmente lo besó, tomándolo de sus mejillas para acercarlo.
—Sharon, no-... —Fue interrumpido de nuevo por los labios de la rubia. Sunn escuchó bullicio y se acercó a Steve, pero el perro se enfureció. Pensaba que Sharon estaba atacando a Rogers, así que se subió al sofá y jaló con fuerza su cabello, gruñiendo.
—¡Steve!
—¿Ah? —Segundos después, el rubio vio como Sunn jalaba de Sharon.— Sunn, no. ¡Suelta! ¡Suelta! —El canino la soltó cuando notó que Steve se puso de pie.
—Auch, ¿qué le pasa? —Dice tocando su cabeza.— Iré al baño, ¿me lo prestas?
—Sí, está al fondo. —Cuando estuvo solo con el perro, lo miró.— Sunn, no está bien lo que... —Pudo notar que parte de su hocico estaba rojo.— Cariño, ¿te golpeaste en alguna parte? ¿Qué te pasó? —Creyó que tenía sangre, pero al tocarlo, vio que no.— ¿Qué es esto? —Alza una ceja.— ¿De dónde sacaste-...
—¡Mi bolso! —Grita sorprendida recogiendo las cosas masticadas de su bolso. Steve lo mira y él solo jadea alegre.
—Así que te divertiste... —Suspira negando. El perro apoyó las patas en el pecho del rubio en señal de que lo alzara.— Vente, no hagas más desastres. —Steve lo cargó y se acercó a Sharon.— ¿Está todo bien?
—No, tu perro se hizo el gracioso y destruyó mi maquillaje.
—Lo siento, él nunca ha hecho algo como eso.
—Sí, sí. —Dice alterada.— Tendré que ir a comprar más, iré antes de que cierren. —Se dirige a la puerta e iba a despedirse de Steve pero Sunn empezó a gruñir molesto de nuevo al ver que la rubia se acercaba.
—Creo que es una mala idea.
—Bien, entonces. Adiós. —Cuando se va, Steve lo mira para regañarlo.
—Estoy decepcionado de ti. —Al perro no le importó y lamió su mejilla, aún feliz. Steve no podía resistirse a su carita.— Como sea, vamos a limpiarte.
Tomó una toalla húmeda y limpió su hocico, quitándole cualquier rastro de maquillaje.
—Ya estás, amigo. —Se echó en su cama y miró hacia adelante, suspirando. Pronto Sunn se subió y Steve acarició su pelaje.— Nunca te comportas así, ¿por qué hiciste eso? ¿No me dejarás tener citas ahora? —El perro se separó y escarbó algo en su cama, lo tomó y se lo entregó a Steve.— ¿Qué es lo que... —Levantó su mano y vio que eran las placas de Bucky.— ¿De dónde sacaste esto? —Steve lo miró sorprendido y él insistió, tocando con su nariz la mano que tenía las placas y haciendo un pequeño lloriqueo. El rubio suspiró y lo miró, acariciando su oreja.— ¿Extrañas a Bucky? —Suspiró.— Yo igual lo extraño, cariño... Pero él no va a volver, estamos solos. Tal vez quieras darle la oportunidad a otro. —Puso las placas a un lado y Sunn volvió a tomarlas, devolviéndolas a su cama y recostarse sobre ellas. Steve lo miró y suspiró de nuevo.— No me lo recuerdes, por favor. Me duele, amigo.
Era la verdad. Sunn se había apegado al castaño y lo echaba de menos, al igual que su dueño. Steve perdió las honestas esperanzas de volverlo a ver.
Al día siguiente, el rubio fue a una reunión de la universidad que era importante.
—Y recuerden, es realmente importante que todos asistan al seminario que se dará en el hotel Grand el próximo año. Será un requisito para mantener su empleo en la universidad y también lo pediremos para aquellos de nuevo ingreso.
Steve suspiró, al menos tendría vacaciones.
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𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬
Fanfiction𝐄𝐱𝐚𝐜𝐭𝐨, 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬 𝐚𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐚 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐨𝐛𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨...