Capítulo 34

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Había pasado un mes. Ambos se seguían viendo en secreto.  

Daddy✨: Buck, amor.

Babyboy✨: Dime, Stevie.

Daddy✨: Te extraño mucho, ya ha pasado una semana de que no nos vemos.

Babyboy✨: Perdóname, cariño. He tenido muchísimo trabajo, pero yo también necesito verte. He estado muy bajoneado últimamente y en serio me hace falta mucho amor tuyo. 😔

Daddy✨: No quiero molestarte, pero, ¿crees que podamos vernos hoy? Tengo cosas que contarte.

Babyboy✨: Creo que sí. Veme en mi apartamento a las ocho, ¿está bien?

Daddy✨: Sí, gracias. 💕

Babyboy✨: Te espero en la noche. Te amo. ❤

Daddy✨: Te amo mucho más. ❤

Si era honesto, Steve necesitaba hablarle de algo importante. Su inseguridad se había vuelto a asomar. Ya había pasado mucho tiempo para el rubio, quería saber porqué aún no había terminado con su novio. No quería dudar del castaño, sabe bien que ambos se aman por igual, pero el hecho de que ese sujeto aún estuviera presente le ponía los nervios de punta. De todas maneras, no iba a hablar de ello tan explícitamente. Tampoco quería presionar a Bucky, pero en serio le incomodaba saber que había otro hombre viviendo con él.

El castaño en cuanto lo vio, se abrazó fuerte a él.

—Steve, amor... —El rubio correspondió por igual y sonrió.

—Bucky... Extrañaba tanto esto.

—Yo igual. Pasa. —Rogers entró y se sentó en el sofá.— Estaba preparándote la cena.

—¿En serio? —Sonríe.

—Sí, ¿quieres que te sirva?

—Por supuesto, cariño.

—Ya regreso. —Pronto, Bucky le trajo su comida y vieron televisión.

—Está delicioso. Gracias, bebé.

—No es nada. —Sonrió y besó su mejilla.

—Ya sé quién cocinará cuando vivamos juntos. —Bucky rió.

—Hey, eso no es justo. Tú también cocinas rico.

—Sí, pero tú más.

—Bueno, cocinaré cuanto quieras, pero te tocarán los platos.

—No jodas, sabes que no me gusta.

—Una o la otra, Rogers. —Steve hace un puchero y suspira.

—Bien, los malditos platos.

—Genial, porque a mí tampoco me gustan. —Ríe.— ¿Empezamos desde hoy, mi amor? —Dice extendiéndole su plato vacío y el rubio suspira de nuevo.

—Bueno, dame. Para irme acostumbrando. —Rueda los ojos divertido y se levanta, yendo a lavarlos.

—Eres un sol.

Luego de un rato, ambos charlaron un poco y Bucky empezó a plantarle pequeños besitos en sus labios, muy animado y feliz. Steve siempre hacía que sus días fueran los mejores, estaba tan enamorado de él. Sabe bien que daría lo que sea por ese hombre, incluso su vida si fuera el caso. Sin embargo, la ansiedad del rubio le nublaba la vista a Steve, a veces se sentía mal sin ninguna razón. Se sentía inseguro, en veces llega a querer deshacerse personalmente del novio de Bucky si fuera necesario. No quería compartir a James con nadie, lo cual lo convertía tal vez en posesivo y egoísta, pero la única cosa que en verdad deseaba era solo estar ellos dos sin un tercero involucrado.
Bucky lo miró y pudo notar que tenía su mirada fija en otra parte cuando terminó de besarlo. Eso siempre sucedía cuando Steve sobrepensaba las cosas y el castaño lo sabía.

𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now