Capítulo 36

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Bucky tragó saliva, justo tenía ese miedo dentro de su corazón, pero era inevitable. Respiró hondo, tratando de no caer en pánico.

—¿No sabes... quién soy?

—No. —Niega rotundo.— ¿Quién eres? ¿Por qué estás en mi habitación? ¿Qué me pasó? —Dice alertándose y Bucky trata de calmarlo.

—Tranquilo, Steve. Tuviste un accidente de auto. Y yo... soy tu mejor amigo. —Decide, no es buena idea decirle que eran amantes ahora. Depende de cómo progresaran las cosas, no sabría cómo explicarle todo lo que estaba pasando. Se sentía muy triste, sabe que la incapacidad de Steve de recordar lo sucedido entre ambos lo pondría de mal en peor.

—Entiendo.

—Yo, eh... Debo llamar a tu madre, ella estará muy feliz al saber que despertaste. Volveré en un rato...

Steve, todavía muy confundido, solo asintió. Bucky, dolido, empezó a llorar afuera de la habitación del rubio. Sabía que no era culpa de él, pero fingir ser su mejor amigo no será tarea fácil. Llamó a Sarah, comentándole que su hijo había despertado y ella en poco tiempo, llegó al hospital. Saludó a Bucky pero notó que estaba llorando sin consuelo. Eso no le dio buena espina, pero entró a ver a Steve.

—Steve, cariño...

—Mamá... —Ella empezó a lagrimear de la felicidad y lo abrazó. El rubio correspondió con facilidad, abrazándola fuerte.

—Me... alegra tanto que estés bien, mi amor. —Solloza.

—Sí, aquí estoy, ma. Tú tranquila. —Luego de un rato, se separaron y Steve le sonrió un poco.

—¿Cómo te sientes?

—Muy adolorido, pero... está bien, creo. Casi no puedo mover mis piernas.

—Sí, lo sé. Fue todo por el accidente.

—Ah, entonces el sujeto de afuera no mentía.

—¿Qué sujeto?

—El que te llamó. Fue él, ¿no? —Sarah finalmente entendió porque James lloraba afuera sin descanso.

—¿Tú... no recuerdas quién es?

—En realidad, no.

—¿Ni un poquitito? ¿No se te hace conocido?

—Mamá, ¿cómo se me hará conocido alguien que nunca he visto en mi vida? —Ella hizo una mueca, apenada por el castaño.

—Sí lo conoces, Steve. Y muy bien.

—¿Se supone que sí, entonces? Dijo ser mi mejor amigo. —Sarah se confundió un poco.

—¿Eso te dijo él?

—Sí... ¿Me estaba mintiendo? —Dice al notar confusión en el rostro de su madre.

—No, no, para nada. Él es tu mejor amigo, dijo la verdad... ¿Qué es lo último que recuerdas, cariño?

—Eh... Creo que envié una solicitud de empleo a la Universidad de Nueva York. Luego de eso, no recuerdo más. Es como si la hubiera mandado antes del accidente.

—Ya veo... —Suspira.— Mira, amor, no sé cómo decirte esto gentilmente, pero ya han pasado casi cinco años de eso. —Steve abrió sus ojos sorprendido.

—¿Que qué?

—Sí, conociste a James en ese tiempo, por eso no lo recuerdas. Todo este tiempo trabajaste en la universidad y ahí se conocieron.

—Ya... veo. ¿Se llama James?

—Tú lo llamabas Bucky.

—Bucky... Ok.

𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now