𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬

Capítulo 28

Ya en el bar, Steve solo pidió un par de cervezas y recostó su cabeza en el vidrio de la barra. Clint lo miró y le dio un par de palmadas en la espalda.

—Ya, hombre. Todo va a estar mejor.

—Lo dices tú, que ya estás comprometido y tienes una vida feliz.—Rueda los ojos.

—Ya, Steve. No todo fue fácil para nosotros, yo-... —En eso sonó su teléfono.— Ya vuelvo.

—Yo también volveré en un momento, Steve. Iré al baño. —Se levanta Stark para salir.

—Bien.

Steve se tomó sus bebidas y pidió algo más fuerte, tomándolo también. Sus lágrimas y sollozos no iban a parar pronto. Wanda andaba cerca de la barra y pudo notar al rubio sollozar triste mientras tomaba sin descanso. Se preocupó un poco, hace unas horas que no estaba así. Decidió acercarse y no ser tan directa o grosera como Natasha. Se sentó al lado de Rogers y pidió algo.

—¿Me regalas una Margarita, por favor? —El barman asintió y Wanda miró a Steve, fingiendo no haberlo visto.— ¿Profesor Rogers? —El rubio la miró y se limpió un poco, pero después no le dio importancia.

—¿Wanda?

—Qué sorpresa verlo aquí.

—Yo... Supongo que sí. —Dice bebiendo de su trago. La castaña suspiró.

—Creo que no es necesario preguntar si se encuentra bien, ¿o sí?

—Estaré bien...

—No quisiera sonar mal, pero... ¿estás así por James? Natasha me dijo que habló contigo.

—¿Yo? —Responde un poco ebrio.— No, no, ¿por qué yo...? ¿Por qué yo estaría así por él? ¿Solo porque va a casarse? No... No, él... él y yo no somos nada, puede casarse con quien quiera.

—Steve...

—Salimos por un tiempo y ya, no fue nada serio ni... ni aunque yo pensara que sí. —Suspira, bebiendo de nuevo.— Ya nada importa, en realidad. Él va a hacer su vida y yo... —sorbe leve su nariz— seguiré aquí, pensando en que lo eché a perder, que yo pude ser quien se case con él, pero lo arruiné. O tal vez ni siquiera él me quiso. —La castaña se acercó un poco y acarició su espalda.

—Estás equivocado.

—No, no. Lo recuerdo muy bien. Claramente dijo "para mí fue solo sexo", y está bien... Está bien. Yo no lo extrañaré tampoco. —Dijo sintiendo sus ojos llenarse de agua por enésima vez.— Qué patético he de verme ahora, llorando por esto. ¿Sabes? Él dijo querer tener hijos, perros, gatos y dinosaurios conmigo... Sonaba lindo y le creí... Dijo dos veces que me amaba y también le creí. —Su voz empezó a quebrarse.— Fue una bonita mentira... —La chica suspiró, si tan solo supiera que James tampoco la ha pasado bonito desde que se separaron.— y yo de imbécil me la tragué.

—Steve, no digas eso. Bucky siempre te quiso, hablaba todo el día como un tonto enamorado.

—Pero eso ya no importa, ¿o sí? Ya todo se fue al carajo. Va a casarse, tener su familia... No importa esto. Debería... dejar de tomar, iré a mi habitación mejor. —Se levanta un poco mareado y se termina su trago.— Espero la pases mejor que yo, Wanda.

—Espero que te mejores, Steve. —Suspira.

—Adiós.

Wanda lo miró ir, en verdad no estaba pasándola bien. Tomó su bebida y fue a buscar a su amiga, saliendo del bar. Pronto se la topó afuera, en las sillas de la piscina.

—Wandie, ¿me regalas? —Sonríe la pelirroja y ella asiente, dándole la bebida y sentándose a su lado. Natasha ve que está pensativa y decide preguntar.— ¿Qué tienes?