𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬

Capítulo 46

Había amanecido, Steve escuchó la alarma de las seis de la mañana y se quejó, levantándose luego y despertando a James por igual, dejándole besitos en su mejilla y sobre su desacomodado cabello.

—Bucky, bebé. Despierta, hay que irnos...

—N-No... No quiero... —Dijo abrazándolo fuerte.

—Vámonos, dúchate primero mientras hago el desayuno. Eres más lento en el baño.

—No quiero ser un adulto... —Steve ríe y niega.

—Por desgracia lo eres. Anda, vamos.

—Steven...

—Bucky, vamos. Pareces un niño que no quiere ir a la guardería.

—Porque lo soy. —Suspira y se sienta, mirando a su novio para luego extender sus brazos.— Cárgame. —El rubio rodó sus ojos divertido y lo levantó, llevándolo al baño.

—¿No estás algo grandecito para que te carguen al baño?

—No, me gusta que me mimes. —Sonríe adormilado, besándole su mejilla.

—Te voy a mal acostumbrar.

—Yo ya te estoy mal acostumbrando al comprarte gomitas de tiburón todos los viernes. Es un trato justo.

—De acuerdo, de acuerdo. —Ríe un poco.

Después de alistarse juntos como todos los días y e irse a sus respectivos trabajos, pasaba un día normal en las vidas de esta pareja.
Hoy, hubo un incidente en la corriente de luz en el negocio del padre de Bucky y pudo salir temprano. Decidió sorprender  a Steve y llevarle el almuerzo para que comiera algo recién hecho. Pasó por un restaurante y lo alistó bien, con una pequeña nota y un pastel pequeño también. Condujo hasta la universidad y pidió permiso para entrar. Afortunadamente, el receso del rubio apenas iba a empezar.

—Y bueno, ¿podrás ir a la fiesta del Día de Brujas esta vez? —Dice la rubia sentada en el escritorio de Steve, mientras él buscaba el almuerzo que ya tenía preparado en su mochila.

—No estoy interesado. Si se pueden llevar acompañantes, tal vez sí.

—¿En serio? ¿Llevarás a alguien de aquí?

—¿Qué? —Dice confundido, buscando su cuchara. Bucky estaba afuera, escuchando la conversación.

—¿Llevarás a alguien del trabajo? Porque pensaba que tal vez podíamos ir tú y yo a--

—¡Profesor Rogers! —Dice una chica entrando con su amiga.— Ya terminamos el reporte... —Una de ellas se acercó peligrosamente al rubio y él se apartó.

—Se supone que es para mañana.

—Sí, pero pensamos que podría... darnos algo extra si terminábamos antes. —Steve las miró incrédulo, mientras Bucky reía en su mente.

—Ah, los viejos tiempos... —Pronto aclaró su garganta lo suficientemente fuerte y todos lo miraron. Sharon alzó una ceja al reconocerlo, ¿qué hacía aquí?— Oh, me alegra que estés en receso.

—Buck, ¿y eso? ¿Qué haces aquí?

—Meh, hubo un corte de luz en el trabajo y nos dejaron salir temprano. Pensé en traerte el almuerzo. —Hizo a las chicas a un lado para darle la bolsa con comida.

—¿En serio? Gracias. —Sonrió enternecido, mirando el contenido.— ¿Qué me trajiste?

—Pues, ábrelo y te darás cuenta. Tranquilo que sí traje algo que te guste, mi amor. —Las demás personas se quedaron sorprendidas al oír cómo lo llamaba.