Ya despiertos, solo empezaron a melosear en la cama.
—Steve, ¿cómo está mi niño?
—¿Qué niño?
—Sunn. ¿Cómo está mi bebé?
—Te extraña mucho, nunca creí que él llegaría a apegarse con alguien más, pero ha pasado algo deprimido desde que te fuiste.
—¿En serio? —Hace una mueca.
—Sí, no come mucho, pasa la mayoría del tiempo recostado. Usa de cobija una camisa tuya que dejaste ahí la última vez. No deja que la toque, mira lo que me hizo cuando traté de tocarla... —Le mostró una marca de su brazo donde Sunn lo había mordido.
—No puede ser... —Dijo acariciando la marca.
—Sí, en serio te extraña.
—Yo también lo extraño muchísimo. Era tan lindo y cariñoso conmigo.
—¿Recuerdas a Sharon?
—¿En serio, Steve? ¿De todas las chicas que podías invitar, sales con Carter?
—Era muy necia, creí que si accedía a la maldita cita iba a calmarse. Pero igual Sunn ayudó a que se fuera. Mordió el bolso y maquillaje de ella, antes de jalarle el cabello. —Bucky sonrió.
—Mi niño es un amor, él sabía que no me había olvidado de ti.
—Es posible. —Sonríe y toma su mejilla.— Tal vez él me estaba dando señales.
—Estoy seguro de que sí. —Dijo acercándose a él para plantarle un beso en sus labios, pero luego su estómago gruñó fuerte.
—¿Tienes hambre? —Ríe y Bucky lo mira apenado.
—Un poquito, nada más. —El castaño miró el reloj de la habitación.— Iré a bañarme primero, cerrarán el restaurante pronto.
—Mejor pídamoslo y que lo traigan. Así nos quedamos aquí meloseando.
—No, no. —Dijo levantándose de la cama.— Vamos, no sé qué hay en el menú.
Pronto Bucky se duchó y luego Steve. Mientras el castaño rejuntaba su ropa y el rubio secaba su cabello, James miró la maleta de Rogers y vio la enorme sudadera que él siempre solía prestarle. Tuvo tantos recuerdos y la tomó, poniéndosela junto a sus shorts, pero esta siempre le llegaba un poco más abajo de sus caderas. Abrazó por detrás a Steve y lo miró.
—¿Me veo sexy? —El rubio lo miró y sonrió.
—Justo como lo recuerdo, solo que con barba. Sí sabes que te ves sexy con ella, ¿no?
—Obvio que sí, me lo dijiste anoche unas diez mil veces. —Besa su mejilla.—Vamos a comer, amor.
—Bueno. —Tomó su mano y ambos se dirigieron al restaurante.
Los dos comieron lo suficiente y disfrutaban ese día como si fuera el último.
—Pero solo traje un poquito más. —Hace un puchero al traer una ración extra de tocino.
—No es muy saludable comer muchos embutidos. —Ríe.
—Rogers, te digo que prefiero ser un cerdito feliz. Si no fuera por la natación, te juro que sería una bola andante.
—Te verías guapo rellenito.
—Dicen que las parejas felices engordan juntas, así que... ¿qué esperas para traerte más tocino, cariño? —Besa su mano.
—Mejor voy por un postrecito. —Sonríe, levantándose para buscar algo dulce.
Cuando regresa, ambos recordaron cuando compartieron aquél pastel de chocolate e igual empezaron a comerse ese postre entre los dos. Sin embargo, a unas cuantas mesas, estaban dando de qué hablar.

YOU ARE READING
𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬
Fanfiction𝐄𝐱𝐚𝐜𝐭𝐨, 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬 𝐚𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐚 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐨𝐛𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨...