Ya un año había pasado.
Steve seguía dando clases en la universidad. Todo seguía igual, varias personas se le acercaban, intentaban coquetearle o sacarle algún beneficio pero el rubio simplemente se aburría de ello.
A veces lograba salir con algunos chicos o chicas, pero no estaba realmente interesado, solo deseaba a su castaño de vuelta. Solía imaginarse cómo serían las citas si fuera Bucky quien está a su lado. Serían como todas las que habían tenido, llenas de besos, compartiendo comida, bromeando. Era tan distinto estar con alguien que verdaderamente le interesaba a que estar con otras personas solo para no caer en aburrimiento y depresión.—¿Steve?
—¿Ah? Yo... Lo siento, estaba pensando en... los exámenes que tengo que revisar. Son muchos.
—Lo hubiéramos pospuesto.
—No, está bien.
Iba caminando con el chico y pronto llegan a casa de Steve. Hablaron un poco y se quedaron ahí. Sunn estaba apegado al rubio en todo momento, sin simpatizar con el visitante. En un momento, el chico se acercó y besó a Rogers. Él se sorprendió, pero le dio igual. Poco a poco se intensificaba hasta que terminaron desnudos en el sofá. El chico empezó a besar el bajo abdomen de Steve y pronto siguió con su miembro. El rubio solo desvió la mirada, no había tenido sexo desde la última vez que lo hizo con Bucky, y si era honesto, se sentía extraño. No se sentía bien exactamente, pero ya no podía detenerse.
No sabía si continuaba por su propio cuerpo y porque se sentía bien físicamente o por llenar ese extraño vacío que sentía, pero no decidió detenerse. En cuanto ya se encontraba penetrando al otro, cerró sus ojos. Era muy claro que no era Bucky, no era su cuerpo ni su voz, pero trató de pensar que era él para poder terminar con esto pronto.
Pensó en las veces que lo hicieron, pensó en ese castaño que tanto extrañaba y deseaba. Estaba cerca de lograrlo, pero lamentablemente se equivocó al susurrar lo que no debía.
—Bucky... —Jadea suave el sobrenombre de James y el chico lo escuchó. Creyó que no era nada, pero el rubio repitió.— James...
—¿James? —Dijo el otro molesto, deteniendo todo en seco. Steve lo miró y no supo qué decir, no había manera de excusar lo dicho.— ¿Piensas en tu ex estando conmigo? —Se levanta y grita más molesto.— Qué vergüenza.
El chico le dio una fuerte bofetada al rubio y se puso su ropa. Steve no hizo absolutamente nada, más que frotarse la mejilla y esperar a que él se fuera. Pronto fue al baño y se duchó, debía pensar claro. Tenía que dejar ir esos bonitos recuerdos de Bucky, ya no podía seguir enamorado de alguien que dijo no quererlo. Lo malo es que, si era honesto, no entendía cómo es que pasaron momentos tan románticos y especiales si el castaño en realidad no sentía nada hacia él.
"—¿Y si vamos a la casa de terror?
—No lo sé... —Dice el castaño dudoso deteniéndolo mientras estaban tomados de la mano.— Mejor vamos a la montaña rusa.
—¿Tienes miedo, James?
—No, yo... —Suspira.— Sí.
—Vamos, ahora las casas de terror no son la gran cosa. —Lo jala y Bucky solo iba arrastrando sus pies.
—Steve, no.
—Steve, sí.
El rubio embarcó a Bucky en la casa de terror y el castaño se abrazaba fuerte a su brazo.
—Ya recorrimos cinco metros, ¿nos podemos ir?
—Nope.
—Steven, eres muy cruel.
—No te entiendo, dulzura. ¿No era que leías terror?
—Leer es distinto. Mi imaginación crea la historia, no me salen cosas gritando en mi cara ni... ¡Mierda, algo jaló mi camisa! —Dijo abrazándose más al rubio.
—No fue nada, —ríe— de seguro fue tu-...
—Sé lo que sentí, no me digas que no. —Responde alterado. Caminan un poco más y deben subirse a unos vagones, pintados y decorados como si fueran a despedazarse apenas se sentaran.— Eso es de mala muerte...
—Vamos, no seas ridículo. —Ríe de nuevo para que se sentara a su lado. En cuanto se sube a este, siente que algo estaba bajo su zapato.
—Pisé algo, pisé algo... —Dice temeroso, levantando sus pies y mirando hacia abajo.
—Creo que yo igual. —Mira también y nota que son cucarachas falsas.— Qué asco.
Pronto empieza el recorrido y Bucky estaba bien abrazado al mayor.
—Te detesto por traerme a esto.
—Vamos, no está tan mal.
—¿Ah, no? Como a ti no se te suben cosas al cabello... —Dice quitándose algo pegajoso de su cabellera con asco.
—Pero si-... —En eso, salió gritando una momia de la nada.
—¡Hijo de la grandísima...! —Dijo cubriendo su cara y mirando hacia abajo. Steve se acercó a él.
—Buck... —El castaño se cubrió con la camisa de cuadros suelta que llevaba el rubio y hundió la cara en su pecho.
—Quiero irme. —Susurra.
—¿En serio estás asustado?
—¿Crees que he estado fingiendo? Sí estoy asustado, no me gustan estas cosas.
—Bueno, mi camisa extra va a protegerte de cualquier cosa que pueda venir.
—¿Fantasmas también? —El rubio rió y lo abrazó hasta que terminara el recorrido.
—Fantasmas y cualquier otra cosa que quiera asustarte.
—Bueno.
No es necesario decir que el rubio no se concentró en el recorrido. Era obvio que solo estaba centrado en que el castaño no se sintiera asustado. Bucky se sentía mucho mejor escondido en el pecho de su chico, ignorando los ruidos de la casa de terror."
Steve suspiró y salió pronto de la ducha, pensó que ese día fue uno de los mejores de su vida. Ambos la habían pasado increíble. Después de los juegos, comieron bastante y fueron a la parte de la feria donde habían juegos para obtener premios. Recuerda que había ganado un panda grande de peluche para él y Bucky se esmeraba en ponerle nombre y no lo soltaba por nada del mundo.
Salió a la cocina por algo de comer. Comió solo un paquete de galletas y se recostó en el sofá después. No sabía qué hacer con sus sentimientos, o cómo olvidar a James. Quería deshacerse de esa sensación de que algo le faltaba.

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𝐌𝐫. 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫𝐬
Fanfiction𝐄𝐱𝐚𝐜𝐭𝐨, 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬 𝐚𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐚 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐨𝐛𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨...