Grace

8 | Doble vida

Capítulo 8: Doble vida.

✩ ─── 「༻ ☪ ༺」─── ✩

Grace Morgan

Lo seguí de vuelta a la casa y él se dio la vuelta para observarme.

—Estas son las balas —me las tendió y las tomé con mi mano izquierda —guarda eso en tu mesita de noche. Y cámbiate, yo haré lo mismo para que así me acompañes a un lugar antes de ir por tus hamburguesas - en silencio asentí y fui de vuelta a la habitación.

Mis oídos estaban un poco aturdidos por cada disparo que había dado, pero fuera de eso me encontraba bien. Mi mente estaba tranquila y en blanco.

Me quité la ropa que me había colocado en la mañana y la cambié por unos pantalones grises, unas botas estilo militar hasta las tibias y una blusa negra algo suelta y sin mangas.

Hubiese preferido colocarme unas sandalias o unos zapatos bajos para no verme tan llamativa, pero lamentablemente era lo único que tenía de mi talla.

Solo tenía un par de prendas que Louisa me había hecho el favor de buscarme hace unos días atrás cuando vio que lo único en mi closet era una camiseta y un pantalón, además de mi piyama.

En cuanto estuve lista guardé el arma y me encaminé hasta la sala para encontrarme a Liam y Alexander charlando.

Liam era un chico alto, solo que más bajo que su hermano. Cabello más rubio que el de Alexander y unos ojos azules claros muy bonitos. Nariz perfilada, piel clara como la de Alexander y labios delgados pero no demasiado.

—Hola, Grace —saludó.

—Hola, Liam  —levanté mi mano y la giré de un lado a otro.

—¿A dónde van? —Alexander lo miró con una ceja levantada.

—A comer hamburguesas y helado —especificó.

—Yo quiero ir —dijo con ojos soñadores a su hermano.

—No cabes en el auto —contesto Alexander simple mientras se colocaba una chaqueta de cuero negra sobre su polera blanca que hacía juego con sus pantalones negros y sus zapatillas deportivas blancas.

—Que si, yo quepo, llévame por favor —Alexander se lo pensó unos segundos y luego río.

—No —Liam gruñó como perro y yo solté una risotada.

—Se ríe por primera vez en mi presencia y solo lo hace para burlarse de mi ¿Qué clase de amiga eres? —reí un poco más fuerte —niña, ya deja de reír.

Esta vez la que gruñí fui yo.

—No me digas niña —él sonrió al ver que mi sonrisa desapareció.

—Yo te digo cómo se me dé la gana —abrí mis ojos con sorpresa y comencé a observar la sala.

Levanté un florero que había en una repisa a mi lado. Coloqué mi mano en mi frente simulando buscar algo, hasta que al fin preguntó.

—¿Qué demonios buscas? —preguntó Liam cruzado de brazos.

—La confianza que te cogiste sin yo dártela —Alexander comenzó a reír estruendosamente y Liam frunció el ceño hasta más no poder.

Mientras, yo acompañé a Alexander en sus carcajadas.

—¿Por qué me tratan tan mal? —su rostro se descompuso en una mueca de dolor —es por que soy gay ¿verdad?