Grace

39 | No

Capítulo 39: No.

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Grace Morgan

—Kris, por favor —supliqué al ver como se acomodaba.

—Grace era parte de los niños elites del orfanato, niños con capacidades mentales superiores a la de los demás como para ingresar en un programa secreto de preparación, nos entrenaban para formar parte de organizaciones con fines de lucro y los mejores iban a organizaciones como la DEA o el FBI. pasábamos por rigurosas pruebas para ser mejores cada día. Grace, Tay yo compartimos habitación por ocho años, aprendimos a conocernos, podría decirse que cada uno sabe del otro más que de sí mismos, nos protegíamos entre nosotros —Kris sonrió mientras me observaba  —Dakota era la mejor entre todos —sentí la mirada de Edén sobre mi —pero ella no quería atarse a una organización por toda su vida, ella quería ser libre, no como nosotros, no estamos dentro porque nuestro carácter es de la mierda y yo por mi parte no sé guardar un secreto, mientras que Tay es demasiado sentimental como para pertenecer a organizaciones de ese tipo.

—Kris, ya —pedí llevando mis manos a mi cráneo masajeándolo. Ella sonrió.

—No sabe nadar, le tiene miedo a las alturas, es demasiado sentimental, deja que su corazón tome las riendas y se lanza a las emociones como caballo desbocado ¿Cómo puede ser ella la mejor? —Tay intervino esta vez para responder al cuestionamiento de Lavrenty.

—Si sabe nadar, le tiene miedo a las alturas, pero tiene más autocontrol que cualquier ser humano sobre sus emociones y, sobre todo, sabe fingir a la perfección. Grace engañó al director de la organización haciéndole creer que no era capaz y eso la hizo más inteligente que cualquiera, posiblemente es uno de los hombres más intuitivos del mundo y ella lo engañó para hacerle creer que no era capaz de entrar en alguna institución.

—El poder de Grace esta en que ella se miente a si misma hasta creer lo que su cabeza profesa y luego te miente a ti.

—No entiendo una mierda —soltó Lavrenty.

Y lo entendía, mi vida era tan complicada que a veces yo misma me enredaba contando mi propia historia.

—Soy posiblemente la mujer mejor entrenada en esta ciudad, pero no quise mostrar mis habilidades porque quería ser libre, me miento a mi misma para hacerme creer que no puedo hacer algo y cuando llegue el momento simplemente bloquear el instinto ¿Comprendes eso? —él asintió —quería sentir, amar y ser feliz, cosa que no pasaría si sabían lo bien entrenada que estaba —me encogí de hombros —física y mentalmente estoy perfectamente y posiblemente no haya nada que no pueda hacer, incluso saltar de un avión con paracaídas aun con mi miedo a las alturas, pero como les dije, quería ser libre —saqué el control de la cajita de cristal —ellos están aquí porque les pedí su ayuda en una misión prácticamente suicida —admití —los envié a América Latina para que colocaran bombas en las propiedades de Alexander Donovan para así destruir su única vía de reabastecimiento, justo aquí tengo el control para destruirlo todo —le di vuelta en mis manos.

—Pudiste haber dicho todo eso antes —miré a mi hermana por unos segundos antes de bajar la mirada al suelo —te dije cada detalle importante de mi vida, sin embargo, tu solo contaste lo que más te convenía.

—Decirlo en voz alta era aceptar que todo lo que decía era real y en ese momento no quería que mis habilidades fueran observadas por Christofer, Grecia, lamento no haberte dicho nada, de verdad lo siento —ella negó mirando al piso, sin embargo, no dijo nada más.

—Bien, ya aclarado todo, la pregunta que me he hecho desde el momento en que te vi —enarqué una ceja en dirección a Kris —¿estás lista para iniciar la guerra? —sin responderle presioné el botón rojo del control sintiendo el peso de mi acción.