Grace

35 | Señora Grace.

Capítulo 35: Señora Grace.

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Grace Morgan

Había sentido las manos bruscas de varios hombres sobre mi cuerpo infringiendo dolor por donde fuese que tocaran dejando cicatrices eternas, también había sentido el toque sensual de dos hombres sobre mi cuerpo, no exactamente de la forma más íntima, pero si ese tipo de toque que hace que tu cuerpo se estremezca, había tenido sensaciones contundentes gracias a un hombre y al efecto de las drogas, pero lo que estaba sintiendo ahora era diferente.

Su toque ardiente se sentía en cada recóndito lugar de mi cuerpo, aun cuando sus intenciones no eran esas, mi piel se erizaba por cada lugar que las yemas de sus dedos rozaban y eran inevitables los escalofríos que recorrían mi cuerpo estremeciéndome de formas que nunca llegué a imaginar.

Definitivamente el toque de este hombre era arrasador y estaba segura de que me podría poner a sus pies si seguía tocándome de aquella forma.

Tomé de forma brusca sus manos deteniendo su incesante recorrido por mi cuerpo. Sus ojos me observaron interrogantes y yo simplemente negué.

—Lo siento —se disculpó mientras se alejaba al otro extremo del asiento.

La verdad no me di cuenta de cuando Lavrenty y Edén intercambiaron de lugar, solo sabía que ahora quien manejaba era ella y él se encontraba junto a mí.

—Cambiamos media hora después de que te quedaste dormida —respondió a mi pregunta no formulada, como si hubiese estado escuchando mis pensamientos.

—Te aprovechaste de la situación —él negó con una sonrisa.

—Te removías incómoda y supuse que estabas teniendo un mal sueño —aclaró.

—¿Y no pensaste en que podría molestarme? —él asintió.

—Pensé que despertarías o te pondrías más incómoda, pero cuando respondiste a mi toque acercándote más inconscientemente seguí, pero no te toqué de forma indebida, solo quería tranquilizarte.

Solamente asentí porque estaba consciente de que tenía razón, la única que sentía cosas diferentes mientras él me acariciaba era yo, porque sus caricias eran suaves y en lugares para nada indebidos y tal vez por eso estaba molesta.

Respondía a él sin siquiera quererlo, simplemente me encendía con tan solo una mirada de esos ojos mieles. Y me creí una cualquiera por tal cosa, a penas y llevaba conociéndolo una semana y esta era la única oportunidad que tuvimos de estar algo más solos.

Durante la semana habíamos estado de reunión en reunión con los Raffelo y parte de las personas que formaban la organización. Él se mantenía al margen de todo simplemente cumpliendo con su trabajo que era protégeme. Después de aquel día en el acantilado me aseguré de que más personas estuviesen presentes siempre y cuando estuviese él.

Y era esta la razón, estaba sintiendo cosas que no debería sentir con tan poco tiempo de conocerlo.

El auto estacionó de una forma brusca en la orilla haciendo que mi frente impactara con los asientos delanteros dejándome aturdida. Cuando pensé preguntarle a Edén que demonios sucedía unos disparos rompieron el silencio de la noche.

Mi mente por unos segundos no procesó nada de lo que sucedía hasta que recordé que Edén venía al frente. Me asomé levemente y vi que la puerta estaba abierta dejándome saber que se estaba cubriendo de los disparos.

Lavrenty sacó un par de armas del suelo de los asientos y me pasó una con un par de cargadores, los puse entre mis senos y tomé el arma intentando mirar hacia el frente para ver de cuantos se trataban.