Grace

25 | Fingiendo cordura

Capítulo 24: Fingiendo cordura

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Christofer Raffaelo

Toqué varias veces la puerta de la habitación de Grace y no recibí respuesta alguna. Preso del pánico terminé dándole una patada a la puerta para romper el seguro y poder entrar.

Con lo primero que me topé fue con una botella de bourbon vacía y más adelante a un Grace despeinada tirada en el suelo inconsciente. La habitación estaba más ordenada de lo que me esperaba. Sin pensarlo mucho me acerqué a ella y le di la vuelta para ponerla boca arriba, luego pasé uno de mis brazos por detrás de su espalda y el otro por debajo de sus piernas para levantarla y poder llevarla hasta el baño.

Una vez dentro la senté en el retrete y la sostuve con un brazo para poder quitarle los zapatos que llevaba, en cuanto se los pude quitar la tomé en brazos una vez más para adentrarla en la ducha. Se estaba haciendo costumbre esto de adentrarla en la ducha, pero nunca de la manera en la que realmente quería.

Como no podía dejarla sola dentro de la ducha debido a su estado de inconciencia; me metí junto con ella para sostenerla. La lluvia artificial mojó tanto su cuerpo como el mío, pero ella simplemente no reaccionaba. Pasé ahí dentro unos minutos y cuando su cuerpo estuvo totalmente empapado la tomé en brazos una vez más para sacarla del baño.

La senté en el retrete una vez más y deshice de su blusa y pantalón dejándola en ropa interior. La tomé en brazos una vez más para llevarla hasta su cama. Miré alrededor de la habitación hasta encontrar el closet y cuando lo hice busqué dentro una polera ancha para ponérsela. Cuando estuvo puesta la bajé lo suficiente como para no ver nada de lo que haría. Subí mis manos por dentro y llegué hasta su espalda para quitarle el sostén que llevaba. Una vez lo quité le saqué los tiros por los brazos y luego lo jalé para quitárselo, todo esto sin tocar ni ver nada de lo que sucedía debajo. Luego tomé las orillas de sus bragas y las bajé, gracias a Dios que la polera era lo suficientemente larga como para no ver nada, después busqué entre los cajones de sus mesitas un bóxer y al encontrarlos se los coloqué sin mirar nada.

Luego la acomodé mejor en su cama y la tapé con las sábanas, antes de irme revisé su pulso confirmando que era algo lento, pero estaba presente, así que salí de la habitación dejándola descansar de todo.

Salí de la habitación con dirección a mi habitación, una vez ahí me despojé de la ropa mojada y la dejé en el cesto de la ropa sucia, luego busqué ropa seca para vestirme y poder bajar a la sala.

Mientras bajaba las escaleras podía escuchas la voz de Kendall y Bryan discutiendo, cosa que no era tan anormal después de la llegada de Grace.

—¿Ahora que les sucede? —pregunté una vez estuve en la sala.

—Nada —respondió cortante, Kendall.

—Bien —dije para luego sentarme en el sofá individual y tomar la laptop que se encontraba en la pequeña mesa.

—¿Vas a seguir con esa tontería de reclamarla? —interrogó Bryan.

Blass, Kendall y los gemelos me miraron con sorpresa.

—Así es —comenté distraído.

—Esto es increíble —rio con incredulidad.

—¿Cuál es el problema, Bryan? —interrogué mientras cerraba la laptop. Él restregó su cara con desesperación.