Grace

33 | Brandon.

Capítulo 33: Brandon.

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Grace Morgan

Cuando llegamos a la casa de Christofer este se encontraba esperándonos en la sala. Una sonrisa apareció en mis labios fingiendo emoción, pero la borré inmediatamente al ver cómo me observaba.

—¿Me puedes explicar por qué mataste a dos de nuestros hombres? —preguntó de brazos cruzados.

Mi mirada se dirigió hasta mi hermano que ni siquiera me saludó.

—Maté a dos hombres que me seguían en un territorio desconocido en donde se suponía estaba sola —dije frunciendo el ceño.

—Por Dios, eran nuestros —bramó furioso y yo reí incrédula.

—No confías en mi —aseguré.

—¿De qué hablas? —yo negué varias veces.

—Me mandaste a seguir porque no confías en mí.

—Los mandé para que te protegieran —casi gritó.

—De ser así los hubieses mandado conmigo desde aquí y no los hubieses enviado en secreto, muy bien hecho, Christofer —reproché para luego subir las escaleras y dirigirme a mi habitación.

Después de darme una ducha me coloqué un piyama y me dejé caer en la cama, estaba demasiado cansada del viaje por lo que me quedé dormida de inmediato.

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—¿A dónde vamos? —preguntó al observarme.

—Voy a salir —respondí especificando que iría sola.

—Creo que no se va a poder, porque Christofer me mandó a llamarte, necesita hablar ciertas cosas contigo —solté un suspiro de exasperación mientras subía la cremallera de las botas —joder, que bonita  —admiró Edén en cuanto me levanté.

Tenía puesto un suéter cuello de tortuga ajustado, un short de cuero, unas mayas negras y unas botas de tacón ancho hasta las rodillas, un black outfit en todo su esplendor

—Será difícil que me impida salir.

En cuanto peiné mi cabello ondulado salí de la habitación con Edén detrás de mí.

—Se encuentra en su despacho —bajé las escaleras y fui directo al pasillo que daba al despacho.

Cuando estuve frente a la puerta la abrí sin siquiera llamar.

—Siéntate —pidió.

—Te escucho —soltó un suspiro y me miró directo a los ojos.

—Lamento haberte puesto seguridad sin avisar, pero era algo que tenía que hacer —asentí entendiendo —también quería hablar de lo que estaba pasando entre nosotros —una de mis cejas se enarcó ante sus palabras —no te veo como a alguien con la cual tener una relación y por lo visto tu tampoco a mí —reí levemente sin poder creer lo que me decía —cuando te besaba, besaba a alguien más —admitió.

—¿Y dónde quedó eso de reclamarme? —le interrogué —¿me ibas a joder de esa forma solo por llenar el vacío que dejó alguien más? —negué incrédula.

—Bien, lo admito, no estaba pensando con claridad y me disculpo por eso, pero creo que debo ser totalmente sincero contigo —asentí, al menos decía parte de la verdad.

—¿Qué pasará conmigo cuando todo esto acabe? —él se encogió de hombros.

—Podrás hacer lo que quieras.