41 | El principio del fin

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Capítulo 41: El principio del fin

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Grace Morgan

—Comiencen —pedí al tenerlos a todos frente a mí.

—Descubrí que además de los almacenes que conocías, tiene una bóveda en el cementerio que funciona como escondite y almacén, es enorme y está ubicada en el mismo centro del cementerio. Parece ser la bóveda familiar pero los cadáveres de sus familiares no se encuentran ahí —asentí un par de veces ante sus palabras —la llené de explosivos también.

Empujó hacia mí, tres controles dentro de sus respectivas cajas de plásticos transparente.

—Tú decides cuando —tomé los controles y los coloqué en mi lado izquierdo del escritorio.

Edén y Kris se encontraban sentadas frente a mí, mientras que Lavrenty y Tay estaban de pie detrás de ellas y mi hermana se encontraba sentada en el brazo de la silla en la que yo me encontraba.

Lavrenty dejó sobre el escritorio dos controles de color negro con el botón verde y otro con el botón rojo en cajas iguales a las anteriores. Estos los llevé directo al bolso negro que había elegido ese día.

—El rojo para el helicóptero y el verde para los autos, pero no te puedo asegurar que no las descubran —explicó.

—La mujer que mandaste a buscar se encuentra en mi habitación —susurró mi hermana junto a mí —piensa que yo soy tu.

Llevé mis brazos hasta su espalda y la envolví en un abrazo.

—Te quedarás con ella esta noche, si muero hoy vacíale un cargador completo en la cabeza mientras la grabas, envíaselo a Christofer y luego toma la tarjeta de crédito que te di y vete a República Dominicana, cámbiate el nombre, olvídame e intenta ser feliz ¿sí? —ella asintió un par de veces y acarició mi mano suavemente.

—Si mueres seré feliz por ambas —di un beso en su brazo para luego levantarme de mi lugar.

Mi teléfono comenzó a sonar y lo tomé frente a los presentes.

—El señor Donovan tiene conexiones en todos lados —avisó el policía —pediré la orden cuando ya estemos en el lugar, a las nueve de la noche todas las fuerzas de la DEA y el departamento de policía estarán esperando sus órdenes, señorita Grace.

—Gracias, señor —luego de eso colgué y sonreí.

—¿Buenas noticias? —asentí hacia la pregunta de Tay.

—A las nueve tendré a mi disposición en cuerpo de policía y a los activos de la DEA —di un par de palmaditas al aire.

—¿Sabes que esto es solo el principio no? —negué.

—Es el principio del fin, Lavrenty. Inicié esto después de haber pensado minuciosamente cada detalle —Kris sonrió orgullosa.

—Alexander no tiene aliados, pero Christofer si, Grace, cuando mates al primero todos se van a esconder como ratas —yo negué una y otra vez.

—No si quemas todo el criadero con las ratas dentro.

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—Estás segura de que es buena idea? —asentí una vez más.

—Necesito tenerlo controlado, saber sus movimientos, pero sobre todo necesito estar ahí para ver su angustia —no discutió más y se quitó de la ventanilla del auto para dejarme ir.

GraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora