12 | Hermano

3.7K 418 64
                                    

Capítulo 12: Hermano

✩ ─── 「༻ ☪ ༺」─── ✩

Grace Morgan

Alexander literalmente me lanzó a la cama de la habitación a la que habíamos entrado.

—Quiero ducharme, si me das un permiso, gracias  —dije mientras me levantaba.

—Pensé que habías muerto —dijo algo decaído.

—Pues mírame aquí, vivita y coleando.

—No seguirás trabajando en el almacén —dictaminó.

—No puedes prohibirme eso.

—No quiero perderte —admitió.

—No me salgas con esa mierda ahora, hace meses que ni me mirabas a la cara, así que no me jodas, con eso, Alexander —el gruñó de la frustración.

—No lo entenderías, pero ya te dije, no seguirás trabajando en el almacén.

—Acabo de perder a mi mejor amigo y también me quieres quitar mi trabajo ¿Qué carajos quieres de mi? - medio grité.

—Que me quieras como te estoy queriendo yo a ti.

Sin decir nada me metí a la puerta abierta que daba al baño y cerré con pestillo.

—Grace, sal de ahí, estamos teniendo una conversación —gritó del otro lado de la puerta.

—Necesito ropa, gracias.

—Esta bien —luego escuché la puerta ser abierta y cerrada.

Lentamente me quité la ropa y los zapatos hasta quedar desnuda, luego me encaminé hasta la ducha, la abrí y esta comenzó a salir, la regularicé hasta que salió tibia y pude adentrarme en ella. El agua comenzó a mojar todo mi cabellos y cuerpo relajando todos mis músculos y logrando que la suciedad se fuera de mi cuerpo, tomé shampoo y lo vertí en mi cabello para lavarlo.

Cuando terminé de duchar busqué un cepillo de dientes nuevo y lavé mis dientes con furor, luego sequé muy todo mi cuerpo y cabello y salí del cuarto de baño con tan solo una toalla envolviendo mi cuerpo. Al salir solo encontré una pijama sobre la cama, así que me la puse rápidamente y justo cuando acababa unos toques en la puerta se escucharon.

—¿Puedo pasar? —preguntó la voz de Alexander del otro lado.

—Pasa —el así lo hizo y cuando entro supe de inmediato que también se había duchado, por su cabello mojado y su pijama de dormir dejando al descubierto su pecho muy marcado.

—¿Puedo dormir contigo hoy? —mi ceño se frunció ante el desconcierto.

—Esta bien —susurré.

Debía admitir que lo quería cerca, todos estos meses sin verlo me habían pegado duro.

Me metí debajo del edredón y él no se hizo de esperar, en cuanto se subió a la cama apagó las luces.

—Vas a seguir trabajando, pero a mi lado, en ambos mundos —explicó.

Mi corazón comenzó a palpitar emocionado.

—Me voy a acercar —avisó.

Al yo no responder simplemente se acercó hasta mi y envolvió uno de sus brazos en mi cintura pegándome a él.

—Te extrañé mucho, Grace —admitió.

—¿Por qué te alejaste? —interrogué.

—Porque tenía miedo de lo que estaba sintiendo por ti. Tu estabas rota y lo menos que necesitabas era a un hombre —se explicó.

GraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora