- ¿Una propuesta?- Así es - aclaró entrando a la habitación.
Kagome volteó hacia el desconfiada.
- No estoy interesada, ahora mi misión es estar al lado de Sesshomaru - respondió la chica con firmeza.
- ¿Estás segura? Puedo hacer lo que fuera si te quedas a mi lado, te lo podría dar todo... Es un desperdicio que estés junto a un youkai tan egoísta y arrogante como Sesshomaru.
- ¡No hables así de él! - gritó la miko - Es cierto que es frío y a veces muy distante... ¡Pero se preocupa por sus camaradas! ¡Es un youkai justo y con valor!
- Mmm ya veo, tus sentimientos hacia él son más fuertes que tus ambiciones - dijo el peliverde divertido, sonrojando a la chica.
- Así es, nada me hará cambiar de parecer.
- ¿Ni siquiera tu familia?
La azabache se estremeció al escucharlo.
- ¿A qué te refieres? - preguntó ella dudosa.
- Mis subordinados encontraron este extraño objeto cerca del castillo - comentó el alzando una pequeña fotografía.
- ¡Eso es...!
- ¿Tu familia? Por supuesto que si... No entraré en discusión de lo que es este objeto tan extraño, pero creo que sí tienes algo como esto, es porque no tienes a tu familia contigo. Dime algo... ¿Quieres estar con tu familia?
La miko bajó la mirada triste. Se sentía mal por desear lo que ese tipo le decía, pero tenía claro que no podía confiar en él. Ningún poder aparte de la perla de Shikon podría funcionar para volver a ver a su familia. Deseaba con todas sus fuerzas poder ver a su madre, hermano y abuelo, sin embargo, ella ya había tomado una decisión, y sabía que su familia estaba bien y eran felices. No caería en el juego del enemigo...
- Lo deseo con toda mi alma, pero yo ya tomé una decisión ¡y no la pienso cambiar por nada! - expresó la azabache con determinación.
Hotaro arrugó el ceño frustrado, su plan no había funcionado. Quizás los humanos no eran tan ambiciosos como él creía.
- Bien, pero tarde o temprano vendrás a mí por ayuda... Eso te lo aseguro - dijo él lanzando la fotografía al suelo para después salir del lugar.
Kagome tomó la fotografía con tristeza, se la colocó en el pecho y derramó una fina lágrima. Dolía, pero no se arrepentia de nada.
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El atardecer estaba cayendo cuando Kagome y Sesshomaru salieron de los territorios del Este. Habían descansado, y tenían las suficientes provisiones para seguir viajando.
En medio del bosque, encontraron una pequeña casa abandonada, por lo que decidieron pasar la noche ahí. El peliplateado estaba perdiendo su forma youkai rápidamente, por lo que era imposible viajar de noche.
- Has estado extraña, miko - comentó de repente el Inu a un extremo de la vieja casa.
La muchacha lo observó y no pudo ocultar su sorpresa por su comentario.
- ¿A qué te refieres? - preguntó ella sentándose frente a la fogata que ella misma había hecho.
- No te hagas la desentendida, hablaste con Hotaro y desde ese momento no has cambiado esa cara - respondió alzando una ceja.

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Destino
FanfictionUna maldición acecha al gran youkai Sesshomaru, quien resignado va en busca de la única mujer que lo podría ayudar. Una nueva aventura comienza, donde el peliplateado y cierta azabache tendrán que viajar juntos. Los sentimientos de cada uno saldrán...