Se sentía mucho más tranquila al saber que sus preciados amigos se encontraban ahí con ella. No puedo evitar recordar aquellos tiempos en donde estaban en busca de los fragmentos de Shikon. Se sintió casi completa y feliz, pero aún no lo estaría del todo hasta que Sesshomaru acabara la batalla con vida.
- Kagome, me da mucho gusto verte. Estás muy pálida ¿te encuentras bien? - preguntó la castaña.
- Estoy bien Sango. Me alegra mucho que estén todos aquí - sonrío con sinceridad.
- Después de todo, esta señora nos mandó a llamar - comentó Inuyasha seriamente.
- ¿Eso es cierto? - volteó a ver a su suegra.
- Hmpp... Necesitamos toda la ayuda posible - respondió.
- ¿Dónde está el estúpido de Sesshomaru? ¿por qué no está a tu lado? - se quejó el de ropas rojas.
- Está luchando con el Lord del Este.
- Ese bastardo...
- Deja de insultarlo, Inuyasha - dijo molesta la azabache - es mí pareja.
- Dejemos los berrinches para después, se acercan soldados enemigos. No se separen por ningún motivo de la miko, por el momento debo encargarme de otro asunto - ordenó la peliplata comenzando a retirarse.
- Eso no tiene para que decirlo - dijo orgulloso el hanyou, comenzando a atacar.
- ¡Esto se siente como en los viejos tiempos! - gritó la taijiya alegre, lanzando su gran búmeran.
- Aunque el enemigo es algo distinto - continuó el monje.
Su esposa sonrío y continuó batallando. Kagome se quedó atrás, viendo como todos sus amigos la protegían. Se sintió feliz por ello.
- Quédate atrás de mí - comentó cierta pelirroja.
- Me alegra que estés aquí, Saya - dijo amablemente.
- Era mi deber, decidí cambiar mi manera de vivir, y eso te lo debo a ti.
- Escogiste el camino correcto, te lo aseguro - aseguró contenta.
- Todo indica que sí...
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Saltó hacia atrás con algo de esfuerzo, para luego descansar sobre una rodilla. Se notaba levemente exhausto y algo molesto. El brillante color plateado de su larga y hermosa cabellera, había sido reemplazada por un color gris opaco, producto de su batalla contra el ave fénix. Bufó con cansancio y se puso de pie. Aún sentía que sus fuerzas no volvían del todo, y Yako se mostraba muy ansioso por salir, cosa que era difícil en esos momentos.
Un gritó por parte de su contrincante lo alertó y logró esquivar un ataque directo que seguramente habría sido fatal.
- Te estás volviendo lento, Sesshomaru - se burló el ave con voz rasposa.
- Hmmp... hablas demasiado para no haber acertado ningún golpe - respondió con sorna.
- ¡Eres un bastardo! - gritó colérica la gran ave.
El Lord del Oeste esquivó un nuevo ataque y contrarrestó con Bakusaiga. Hotaro logró defenderse con sus grandes alas rodeadas de fuego. Gruñó con rabia, algo le decía que debía terminar cuanto antes con esa pelea, pero el muy maldito Lord del Este tenía muy buena defensa.

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Destino
Fiksi PenggemarUna maldición acecha al gran youkai Sesshomaru, quien resignado va en busca de la única mujer que lo podría ayudar. Una nueva aventura comienza, donde el peliplateado y cierta azabache tendrán que viajar juntos. Los sentimientos de cada uno saldrán...