Capítulo 37

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Había pasado un día desde que llegaron a aquel misterioso lugar. Takeshi, había sido muy amable en prepararles una deliciosa comida, y la joven miko se sentía apenada por el hecho de después haberla expulsado de su estómago, pese a lo buena que estaba. Llevaba gran parte del día encerrada en la habitación en la que se hospedó junto a su pareja. Sesshomaru apenas pudo entrar una vez después del pequeño incidente, pero la pelinegra prácticamente lo "echó" del lugar diciendo que solo estaba mal de la barriga.

Después de varias horas se sintió mejor, pero no pudo aliviar su arrepentimiento y vergüenza, no vomitó encima de ellos, pero si salió corriendo al patio debido a una fuerte náusea, y bueno, el desenlace fue la comida que recién había ingerido regada por el amplio terreno.

- Kagome ¿puedo pasar? - preguntó Takeshi detrás de la puerta.

- Oh, si, por supuesto - contestó ella acomodándose encima del futón.

El peliceleste ingresó con una infinita tranquilidad y una pequeña sonrisa en el rostro. La joven no podía sentirse más apenada por la visita del youkai después de vomitar su comida aquella mañana.

- ¿Te sientes mejor? -

- Si, ya estoy mucho mejor. Disculpe por vomitar su comida, no sé por qué me he enfermado - explicó con vergüenza.

- ¿Hace cuánto te sientes así? 

- Desde hace una semana más o menos...

- Kagome, ¿crees que puedas estar embarazada? - soltó el youkai mirándola seriamente.

La pelinegra quedó paralizada, obviamente había pensado en tener un bebé, pero al ser pareja de un youkai no estaba segura de poder quedar en cinta.

- ¿Es posible aunque sea una miko? - preguntó nerviosa.

- Por supuesto que lo es, más si tienes la marca de un youkai - afirmó.

- Pensé... Pensé que no sería posible, pero ahora que lo dice, estos síntomas son propios de un embarazo - dijo la azabache bajando la mirada.

- Si no estuviera esa marca en tu cuello sería imposible. Si bien es cierto que una miko y un youkai son completamente distintos, el hecho de que tengas esa marca hace que tu reiki y el youki de tu pareja convivan en armonía, por lo que un embarazo no es imposible, tu cuerpo no lo rechazaría.

- Si tuviera un hijo con Sesshomaru, sería un hanyou... - pensó en voz alta.

- Lo más probable, pero sería un ser único en su especie e increíblemente poderoso - dijo el de ojos jade con sinceridad. 

- Sesshomaru no querría a un hanyou como hijo - mencionó segura.

- ¿Por qué lo dices? ¿Por Inuyasha? 

- ¿Usted lo conoce? - preguntó sorprendida.

- No lo conozco pero sé de su existencia. Kagome, escucha. Creo que Sesshomaru se unió a ti sabiendo las consecuencias de ello, y entre ello el hecho de que tú pudieras quedar embarazada. Habla con él, estoy segura que te escuchará - aconsejó.

- Se lo agradezco, Takeshi, y nuevamente disculpe haber vomitado su comida - respondió.

- No te preocupes por eso, por ahora descansa, pronto comenzaremos con Sesshomaru la siguiente etapa para romper con la maldición, y en la última necesitaremos tu ayuda, por lo que necesitas recuperarte pronto.

- Comprendo, descansaré lo que más pueda. Le agradecería que no comentara esto con Sesshomaru, me gustaría ver el momento adecuado para hablar de esto con él - proclamó.

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