Destino

Capítulo 9

El ambiente comenzaba a ponerse demasiado tenso. Las energías demoníacas chocaban entre sí causando pequeñas chispas en el aire.

Kagome observaba preocupada a su compañero, no estaba luchando mal, ambos youkai mantenían el mismo nivel de poder, pero aún así... La noche ya había caído y el peliplateado pronto se transformaría en humano. ¿Qué podría hacer ella? Nadie podía enterarse de la condición de Sesshomaru, si eso llegara a pasar, seguramente lo matarían.

En ese instante un recuerdo pasó por su cabeza e inmediatamente sintió un escalofrío recorrer su espalda.

"Tarde o temprano volverás a mí" - dijo aquel ser.

El Lord Hotaro era uno de sus principales sospechosos. Lo más probable es que él haya lanzado esa maldición al Inu y ahora buscaba eliminarlo con ese youkai pelinegro. Todo estaba calzando, pero necesitaba más pruebas, y aquel ser con el que luchaba su compañero tenía las respuestas.

Sesshomaru lanzó un poderoso ataque con su espada, el color verde predominó por unos momentos en el ya oscuro cielo. El enemigo se salvo por pelos de su ataque, pero perdió su brazo izquierdo en el momento. Miró a su oponente con odio mientras sus oscuros ojos comenzaban a ponerse carmesí.

- Te arrepentirás - dijo con tanta frialdad que a cualquiera lo hubiera asustado, pero al ojidorado no.

- Sesshomaru - susurró la femenina.

El nombrado volteó a verla y entendió al instante la situación. En el rostro de la miko solo se podía apreciar su evidente preocupación. La noche ya había caído y él ni cuenta se había dado. Debía darse prisa.

- Me vas a obligar a usar todo mi poder Lord, eso es admirable - habló el enemigo con sorna.

- Entonces ven - contestó tranquilamente el peliplateado alzando a Bakusaiga.

Una aura roja rodeo el cuerpo del pelinegro y pequeños rayos se alzaron a su alrededor. Sonrió de lado al escuchar a Sesshomaru, y sin perder más tiempo se lanzó al ataque.

Ambas espadas chocaron nuevamente con brutalidad, tanta fue la fuerza que el suelo nuevamente se agrieto bajo sus pies. Los rayos del extraño youkai comenzaban a lastimar a Sesshomaru, quién trataba de esquivar lo que más podía a su enemigo. Su fuerza había incrementado y el ojidorado lo podía notar aún más en sus poderosos ataques. Realmente quería asesinarlo...

El InuYoukai debía darse prisa, él lo sabía, pero sus fuerzas ya estaban decayendo. Miró de reojo a la miko detrás de él, esta lo observaba preocupada. Si él llegase a perder, seguramente su atacante iría por ella, y eso él no lo permitiría.

Lanzó nuevamente el poder de su espada y este chocó de lleno contra su enemigo, o al menos eso creyó, hasta que sintió un gran corte en la espalda. 

Había atacado, pero aquel ser fue más rápido.

- ¡Sesshomaru! - gritó la azabache al ver lo ocurrido.

El nombrado sacó su látigo venenoso y empujó al pelinegro lejos de él.

La herida era grande, y comenzaba a perder sangre muy rápidamente. Gruñó de frustración al no tener por completo sus poderes, si seguía así probablemente perecería frente a la humana que últimamente se había vuelto importante para él.

- ¡Sesshomaru! - lo llamó nuevamente la miko, está vez corriendo hacia él.

- Kagome, no vengas - dijo el con la respiración agitada cayendo lentamente al suelo.

Lejos de hacerle caso al youkai, la mujer se acercó y alcanzó a sujetar su cuerpo herido. El peliplateado quedó de rodillas mientras sostenía fuertemente su espada contra el suelo. Él no debía estar en esa humillante posición, él era un Lord, era el Lord de las tierras del Oeste, y aún así...