Capítulo 2

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¿Había oído bien? Sesshomaru, el gran y orgulloso youkai ¿le estaba pidiendo ayuda?

- ¿Qué? - preguntó la miko aún sin poder creérselo.

- ¿Acaso eres sorda mujer? No lo repetiré otra vez... Necesito tu ayuda - reiteró.

- No soy sorda, lo siento, es que jamás pensé que tú me pidieras ayuda - comentó la pelinegra rascándose la nuca.

Sesshomaru cerró los ojos con obvio enfado. No le agradaba para nada pedirle ayuda a la mujer de su medio hermano, pero ya no le quedaba alternativa.

- ¿Y bien? No has respondido - preguntó el youkai con supuesta calma.

- Sí, si puedo ayudarte por supuesto que lo haré, solo tienes que decirme en que - respondió la mujer con intriga.

- Bien, pero primero crea un campo de energía que nos rodee, ¿puedes hacerlo no? nadie puede escuchar lo que estoy a punto de decirte - continuó el Inu, dejando cada vez más desconcertada a la joven miko.

- Claro que puedo... - dijo frunciendo el ceño, Sesshomaru a veces podía  subestimar mucho.

Junto ambas manos en modo de rezo, y dejó salir su energía, teniendo cuidado de no lastimar al youkai que se encontraba delante de ella.

- Bien, ya está, ahora puedes hablar - dijo al terminar el campo de protección.

Él por su parte camino hasta un gran roble, y en sus raíces se sentó.

- Hace una luna, una desagradable maldición me acecha, he intentado de todo pero nada parece dar resultado. Mi status como Lord y youkai están en juego, es por eso que necesito tu ayuda miko - dijo el observándola atentamente.

- ¿Una maldición?  ¿Qué clase de maldición? - se acercó a él.

- Es una antigua maldición que se hacía a los demonios que eran desterrados de sus tierras, hasta que llegaba su final.

- Eso suena horrible - dijo la miko con sus manos en su rostro.

- Es por eso que necesito romper la maldición cuanto antes, mi tiempo se agota - cerró sus ojos con enojo.

- ¡Te ayudaré! - exclamó la pelinegra con determinación y el youkai la observó sorprendido - encontraremos la manera, te lo aseguro Sesshomaru.

Sesshomaru relajó sus facciones y miró los ojos brillantes de la mujer. Ella no mentía, lo ayudaría.

- Primero tenemos que buscar información de esta maldición, tiene que haber algo que nos diga como fue creada y como se puede romper. Trataré  de buscar algo en la cabaña de la anciana Kaede, y tú también busca algo que nos pueda ayudar - ordenó la miko.

Sesshomaru la observó, conocía bien el carácter de esa mujer, la había observado durante los últimos años y sabía que era extremadamente confianzuda, pero digna de confianza. Se tragó su orgullo y respondió...

- Bien, nos vemos mañana al atardecer, te esperaré en este mismo lugar, no llegues tarde miko - dijo mientras se volteaba para irse.

- Mi nombre es Kagome, no miko - reclamó la mujer y él solo respondió con su típico "hmp" antes de marcharse.

Soltó un exhausto suspiro al estar sola, ¿quién diría que el gran y sanguinario youkai Sesshomaru necesitara su ayuda? Obviamente nadie, comprendió entonces que la maldición era de vital importancia para que el Inu fuera por ella.

Volteó y camino por donde había llegado. Buscaría en los pergaminos que tenía la anciana Kaede en su cabaña, allí debería haber algo que la ayudara.

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