Adam.
Espero que la mascarilla de aloe vera seque por completo en mi sofá mientras que ella prepara un tónico natural y como el pastelito que me dejó. He aprendido más de productos de cuidado de piel estos últimos meses que inglés en mis cinco años de preparatoria/secundaria.
La fiesta es hoy por la noche, quedamos en ir a las 8:20.
—Listo mi mayor orgullo, descubrimiento y última fase de la parte física—Dice Emma quién sale de la cocina hasta donde estoy mostrando el frasco que sostiene y menea en su mano derecha.
—¿Eso se supone que es?
—Tónico de arroz. Es una maravilla, te lo aseguro.
—Pues... Está bien—Respondo tomando el frasco.—¿Qué te podrás esta noche niña?— pregunto sacando otro tema.
—Tenía pensado un pequeño vestido...
—uyyy...
—¡Ay ya! Mejor olvídalo.
—¡No! Cuéntame más cómo es ese vestido.
—Bueno... Estoy entre dos, uno negro con cuello alto o uno rojo de tirantes ¿Quieres verlos?
Asiento viéndo fijamente lo emocionada que está comiendo lo que me queda de pastelito cuando me toma de el brazo nada amigable y me arrastra hasta mi habitación. Agarra dos bolsas y me deja solo así sin más.
Mi habitación está lleno de bolsas y cajas de tiendas del centro comercial al que fuimos hoy porque Em no tenía nada que ponerse y yo sinceramente tampoco. Aunque fuimos los dos juntos, estuvimos solos la mayor parte del tiempo. Así que ninguno de los dos sabe que compró quién.
Terminando el pastelito sale de el baño de mi habitación Emma con un vestido negro opaco que llega hasta un poco más arriba de las rodillas con mangas largas, cuello alto y cuando se gira se puede apreciar el escote que deja la mayor parte de su espalda descubierta.
Luce tan cute.
Sonrió.
—Wow... Ese está muy lindo...
—¿Tú crees?... Aún no sé... Viéndolo puesto creo que es muy formal...
—¿El otro cómo es?
—Creo que lo usaría chicas como Tessa, Guri y esas chicas... Pero no creo que me quedé a mi.
—Para ver. Vuelve ahí y ponte el rojo.
Me dirige la mirada y se da vuelta volviendo al baño cabizbaja y temblando un poco sus manos.
Espere un poco menos que el anterior cuando salió con aquel vestido rojo. Un vestido color rojo fuerte que le llegaba a los muslos de tirantes delgados aflojado en la parte delantera y con un menor escote que el anterior en la parte trasera.
Hasta yo mismo pude sentir lo pesada que se volvió mi respiración.
—¿Qué te parece?—Dice algo nerviosa.
—Digo que... Este sí que es pequeño.
Me respondió algo lo cual no escuché porque continuaba viendo el vestido, viéndola en el vestido. No podía dejar de verla, era como si mi mirada se fuera quedado pegada ahí haciendo que trague fuertemente saliva y respire demasiado rápido. La tomé de el brazo y acerqué a mi hasta que podamos sentir nuestra respiración.
No pude creer lo que hice. No sabía lo que hice. Pero fue un instinto. Algo que me pedía el cuerpo hacer.
—Te ves hermosa— solté al final.—Te ves tan hermosa.
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Una típica historia de amor diferente.
Teen FictionEmma está dispuesta a dejar todo por Adam luego de verlo destrozado por una ruptura, se ofrece para ayudarlo con sus problemas personales, tratando de no mostrar indicios que la delaten. El plan parece ir según lo que pensado hasta que muchos sentim...