Adam.
Estamos cruzando la puerta de la casa de la dueña de la fiesta aproximadamente a las nueve y cinco minutos. Tenemos las manos entrelazadas, no sé quien ejerce más fuerza cuando luces moradas y azules llenan nuestras caras. Siento otra vez el calor intolerable de la nada pero trato de controlar mis piernas. Estamos caminando sin rumbo, todos se me hacen conocidos pero a la vez desconocidos, no sé si deba saludar, o sentarme, no lo sé, Emma tampoco lo sabe, lo sé porque veo su mirada diciendo "¿Ahora qué?" por el rabillo de mi ojo.
Seguimos caminando cuando la dueña de la casa de la fiesta llega en medio de nosotros apoyando su codo en mi hombro, nos saluda, nos señala las escaleras, la cocina, el baño y un cuarto especial, nos dice otras cosas que supongo son cortesía cuando saben que eres nuevo en esto, como "Disfruten la noche" "estaré por ahí por si necesitan algo", luego se fue a recibir a más personas.
La música se escucha más alto, las luces se pusieron circulares de varios colores y se movían muy rápido por todas partes, todos en el sitio empezaron a saltar. Emma empezó a saltar igual, se sentía raro ser el único que no lo hacía así que los seguí.
—¿Por qué saltamos?
—No lo sé—Responde riendo.
Ahora una persona está diciendo algo por micrófono, duró poco porque tiempo después empezó a cantar. Es una de esas canciones que no me gustan; sin embargo, me sé la letra. Me pregunto que hacer porque la mayoría empieza a bailar pero yo no sé, los que están pegados a las paredes le gritan a sus conocidos, Emma aún está saltando pero moviendo la cabeza sin seguir para nada el ritmo de lo que suena. Creo que tampoco sabe bailar.
—No sé bailar como ellas—no sabes bailar querrás decir—Pero a este paso le llamo "sacando la zanahoria de la tierra"
Apenas la oigo porque la música a todo volumen, otras personas gritando, el chico cantando y Emma saltando, no se me hace fácil escuchar pero sí escuché el nombre raro de su "paso de baile" que me hizo reír muy fuerte y ella hizo lo mismo. No entiendo cómo puede estar riendo y tan animada cuando hace minutos se destrozaba en llanto. Cambiaron a una música que si me gusta bastante; There's nothing holding me back de Shawn Mendes. También es una de las favoritas de Emma y de muchos aquí porque recién empieza el coro, todos imitan a Emma y cantan la canción. Termina, y vuelve a una de esas canciones que no me gustan pero me sé la letra; Otro trago.
Volvieron a como antes, Emma ya no hacia su paso de nombre raro, solo movía sus hombros tratando de ir al ritmo. Yo trataba de hacer lo mismo. Al rato, una chica pelirroja se acercó a nosotros.
—Disculpa chica, ¿Me lo prestas un rato?—Pregunta dirigiéndose a Emma.—Lo llevaré a bailar.
—Yo no sé bailar—respondo sin que Emma responda.
—No te preocupes, yo te enseño.
Sin darme lugar a responder, me arrastró con ella hasta un grupo de personas bailando. Tenían alguna música puesta que no me sé ni el nombre.
—Tú solo dejate llevar.—Dijo antes de ponerse de espalda a mi.
De espalda, arrecostada y muy pegada a mí se agacha a media—eso es la primera palabra que se me ocurre para describirlo— empieza a mover su trasero de arriba abajo, de un lado a otro impresionantemente al ritmo de la música. Ella a veces volteaba su cabeza para verme. Un círculo de personas nos rodearon gritando, y lanzando gotas de sus vasos. Empecé a moverme de un lado a otro tratando de seguirla, no sé si lo estoy haciendo bien, no sé que hacer. Me siento incómodo. Otra chica se pone detrás de mí, haciendo lo mismo. Busco a Emma con mi mirada desde este mismo sitio, no la encuentro.
ESTÁS LEYENDO
Una típica historia de amor diferente.
Teen FictionEmma está dispuesta a dejar todo por Adam luego de verlo destrozado por una ruptura, se ofrece para ayudarlo con sus problemas personales, tratando de no mostrar indicios que la delaten. El plan parece ir según lo que pensado hasta que muchos sentim...