Capítulo 9 - "Todo abajo, Todos abajo."

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Entonces un día despiertas sin querer despertar.
Un día despiertas con ganas de no hacerlo.
Un día, quieres seguir durmiendo.
Un día solo quieres dejar de despertar.
No para siempre, pero sí unos meses.

Salí de la ducha y bajé a la cocina, íbamos tarde por mi culpa otra vez; sé que Emma hizo un esfuerzo para no demostrar su molestia conmigo durante estos días, pero dudo que esta vez lo hiciera, pues era la cuarta vez en la semana. Acepto completamente la culpa, pero es que estos días no he podido dormir bien, he tratado hasta hacer ejercicios por las mañanas para poder gastar energías, he tratado con música para dormir, hasta trato de alejarme de las cosas que me mantienen activo dos horas antes de dormir, pero simplmente no logro dormirme.

Me dirigí a la cocina, y como lo tenía pensado Emma ya estaba ahí;estaba sentada en el mesón dándome la espalda, pero pude ver que seme habia adelantado al desayuno porque sostenia una bolita de platanorelleno de queso con un tenedor. Preparando para el posible regañode haberla colmado, entré.

—Buenos días—Pronuncíe con alegría y temor

—Buenos días, dormilon—Contestó con una sonrisa

No me atreví a verle la cara aún asi que fui directamente a la nevera a sacar jugo, pregunté si quería un poco y me asintió. Preparado para verle y darle su jugo, me volteé a su dirección, ella no estaba esperando que le viera, estaba concentrada escribiendo en un papel. Me quedé un momento viendóla desde la encimera con su jugo en la mano, ella escribía tres cosas y borraba cuatro, hacia muecas y se veía adorable. El sol de las siete treinta le acentuaba perfecto sus ojos, y hacía mas notorio su nueva tonalidad de cabello junto a su nuevo corte. Yo aún no me acostumbraba a verla, sigue viendóse hermosa, porque el corte le asienta bien, y los pequeños reflejos le resaltaba; pero no me terminaba de gustar, sentía que no era Ella la del corte.

Y sí,puede que suene muy estúpido, pero sentía que eso no era algo que Emma escogiera, no era de los gustos de Emma.

Pero quien soy yo para decir que le gusta a las personas, no importaba si quiera hasta mi madre la que elegía hacer sus riesgos y sus cambios muy independiente a lo que otros conocen de ellas.

Me acerqué al mesón de la cocina, alcancé las bolitas de platano rellenas de queso y le alcancé el vaso de jugo. Tiempo después, al cabo de unas dos bolitas después, me atreví a preguntar:

—¿Qué escribes?

Ella tardó un poco para separarse del papel, respondío fresca y sonrientemente:

—Alguna citas, frases y tips para tu discurso de graduación.

Extrañado,caminé hasta llegar a su lado, me permitió algunas hojas y empecéa leerlas.

Eranmuchas, realmente muchas, y escritas por ambas partes de la hoja.

La manera en la que unió mi boceto base escrito unos años atrás, conlas experiencias que le he contado, frases celebres y su manera dehacer poesía; lo hacía indescriptoble. Cada parráfo, diferente,con conceptos parecidos pero muy diferentes. Muy indescriptible.

—Emma esto es... maravilloso- Y posiblemente la palabra le quedara corta-Emma, esto no es mío, yo no puedo usar esto, es tu trabajo, es tuyo.

-¡No seas estúpido! Te doy lo mejor de mi para que encuentres lo mejor deti, haré lo que sea para verte feliz y cumplir tus sueños. A demás,esto son solo ideas, tu trabajo es que tienes que leer, inspirarte, ycrear tu discurso a tu manera. Yo solo te doy un empujón.

Te doy lo mejor de mi

—Emma esto es muy hermoso...

—Te prometí cuando te conocí, el cambiar ese pensamiento de "nopuedo" "no soy", te ayudaré. Cumpliré con mi promesa, haréque seas feliz.

Una típica historia de amor diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora