Me ve y lo veo. Nos hemos estado viendo las caras hace dos horas, no es mentira, llegué a las 3:15pm, son las 5:10pm y solo nos hemos quedado viendo las caras. Sin decir nada. Sin gracia alguna.
Lo bueno de Tyler, es que no evita a nadie como yo. Estamos en domingo, a dos días de la fiesta, a dos días de que pasó lo que pasó y no hizo más que llamarme el día siguiente para que viniera a su casa.
Bueno, no sé a qué quería que viniera, porque no me ha dicho ni hecho nada.
Su cara está igual, no está pálida; no ha dejado de comer, tampoco tiene ojeras; no ha llorado durante toda la noche, no huele alcohol, ni su cabello es un desastre, pero si tiene la mirada apagada. Después de dos horas, muestra señal de vida y se para de la silla donde está y se dirige al garage.
-Ven, vamos a jugar unas partidas. Tráete algo de el refrigerador.-Dice desapareciendo de la sala.
Su voz sonó normal, bueno, sonó unos tonos más bajos, pero no sonó ronca ni ida. Sonó como suena su voz en un día muy feliz. Empiezo a creer que a lo mejor no está al tanto que le rompí el corazón, no sé si les pasa a algunas personas pero creo hay personas que no saben que le rompieron el corazón ni cómo reaccionar ante ello.
Me dirigí al garage con unos minis tequeños pasapalos que mi tía siempre cocina pero nunca come, al bajar Tyler ya había colocado la partida de Mario Kart-Sí, es lo único que sé jugar por eso es lo único que Tyler pone cuando vengo a estar con él desde los 5 años-me coloque a un lado de él dejando un espacio entre nosotros donde estaban los tequeños ocupando una silla. Tyler toma un tequeño y agarra el primer mando, yo por efecto, tomo el segundo mando.
Empezamos la partida, él es Toad-siempre lo escoge porque le da mucha gracia su cabeza-yo soy Mario porque me da igual el personaje, si tengo que ganar, gano y ya. Igual, si tengo que perder, pierdo y ya está. Ahora mismo llevo la adelantera en la pista, voy por la segunda vuelta y Toad aún no hace la primera. Sé que me deja delantera la mayoría de las veces, incluso ganar, porque lo he visto jugando cualquier cosa y un pro. Esta vez no fue una de esas veces que me deja ganar, porque me lanzó unas bananas que hizo que finalizará la carrera en 5ta posición y él en 2do.
-¿Otra partida para que lo intentes de nuevo?
Su actitud tan calmada me sorprende mucho, yo fuera él estuviera hecho mocos todo mi cuerpo.
-¿Otra?-pregunta dándome la espalda configurando algo en la pantalla.
-No. Quiero que me digas lo que te pasa.
-¿Me pasa de qué?
-Sé que me viste besándome con Emma.
Agachó la cabeza y respiró profundo.
-¿Qué quieres hablar de eso?
-Quiero hablar todo, acepto incluso golpes e insultos. Pero no quiero que ocultes que estás mal.
-No sé que quieres hablar.
-¿Acaso no te das cuenta que te partí el corazón?
Su respiración pesada y profunda se detuvo, no sé oía más que la música del vídeo juego. Volteó hacia mi, me miró fija y profundamente, dió un gran suspiro y dijo:
-No me rompiste el corazón.
-Me besé con la chica que te trae tragando mosca hace ya tiempo.
-Sí, lo sé. El sábado cuando recién lo ví me molestó, pero me molestó creo que más que todo que no me lo fueras dicho, o sea, estás saliendo con ella ¿Y no planeabas decírmelo?
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Una típica historia de amor diferente.
Genç KurguEmma está dispuesta a dejar todo por Adam luego de verlo destrozado por una ruptura, se ofrece para ayudarlo con sus problemas personales, tratando de no mostrar indicios que la delaten. El plan parece ir según lo que pensado hasta que muchos sentim...