—No te separes de mi por favor...—ruega.
—Tengo qué, ya sé terminó el receso.
—Por Dios Adam, eres tan responsable, no te soporto.
—Deberías ser un Poco así, tienes que graduarte Guri.
—Lo sé...
—¿Te veo luego?
—Si te dejan y no te someten.
Reí un poco nervioso ante ante su comentario, no ha de ser que alguien nos escuche que estamos en este salón abandonado de primaria.
—Aquí estaré-Respondió besándome un poco acomodandome la camisa y dejó el salón.
Esperé unos cuantos segundos para poser salir, verifiqué si había muros en la costa antes de, y salí.
Caminé directo hacia el salón que me correspondía, aún había alumnos en los pasillos así que no estaría tan tarde. Pasos antes de mi salón, estaba Emma esperandóme.
—Hola-Respondió directo a mi abrazo-Por Dios ¡Hueles increíble!
Demonios.
Desde que lo de Guri se hizo costumbre, siempre me olvidaba algo que podría delatarme.
—Sí, Ayer de paso a un comercial me compré una colonía nueva.
De suerte, siempre encontraba el ingenio para arreglarmelas.
—Sí lo sé, Ayer vi la bolsa-Respondió seguido de risas-Te compraste unos pantalones nuevos ¡Por fin!-Respondí la risa con una seguida a la de ella-Te traje un sandwich de Pollo de la cantina, esperaba poder comerlos juntos pero, por lo que veo, ya estoy entrando a clases.
—¿Qué? Pero no hablamos nada, quedate a comer, por favor.
—No puedo Adam, tengo física, y ya sabes lo mal que se me da asistiendo a clases, imagina si no asisto. Será otro día ¿Vale?
Y antes de darme tiempo a responder se marchó.
El profesor aún no entraba al aula, así que tenía tiempo de comer el sandwich de pollo tranquilamente, pero para ser sincero, se me fueron las ganas justo cuando me dió la espalda, así que lo hice a un lado mientras esperaba a la llegada del mayor al aula.
Es difícil de explicar e incluso un poco irónico y cara de cartón de mi parte decirlo, pero, el sentimiento de Emma ausente es algo que he experimentado los últimos días. Puede ser que es porque últimamente me he escabullido para estar con Guri, o porque he ido de fiestas día tras día, pero siento que no es eso.
Sí, entiendo que no sea fácil de comprender y que se me vea mal, hasta yo me veo mal, tampoco me entiendo. Pero es lo que siento, y a veces lo que sentimos no hay que entenderlo, solo expresarlo. Aunque es algo que tampoco sabría expresar, y por ende, algo que hace que no entienda.
¿Por qué me siento tan bien con Guri, pero no de igual manera que me siento con Emma que al irse me deja un vacío?
¿Qué es lo que la diferencia a las dos?
Entiendo que muchas cosas, pero ¿Qué es lo que mis sentimientos diferencian que mi cerebro no?
El profesor ha entrado a clases, y hemos seguido los sesenta y cinco minutos sin mucho de que hablar: yo sin entender ni el nombre del profesor, compañeros echando el chisme o aviones de papel, o bolitas de papel, el profesor gritando, chicas maquillándose, en fin, lo usual.
No he cruzado la puerta cuando alguien se abalanza con un abrazo en mi, después de dejarme en el suelo he podido apartar su cabello—aunque no hiciera falta para reconocer quien era, ya su perfume frutal me das pistas a voces— me ha expresado en casi susurro "Te he extrañado" y se me ha dibujado una sonrisa a nivel de que mis mejillas explotan de los rojas que posiblemente podrían estar.
—Yo también te he extrañado un montón Emma—Respondí, haciendo que ella gesticulara algunos segundos después algún gesto similar al mío, y ahí fue donde se me quitó ese gran vacío que he sentido.
No pude evitar comentárselo, de hecho.
—Ultimamente he sentido que estamos muy alejados—solté finalmente, llevándola de pie junto conmigo.
—Si...—bajó su mirada al piso—Yo también.—llevo sus manos a los ojos y luego volvió a verme—Pero te he extrañado demasiado, quiero tenerte de nuevo.
Sus ojos estaban quebrados.
Al igual que su voz.
Sonaba igual como aquella vez en el baño de mi casa. No es como que te esté pidiendo a cumplir una petición es que te está rogando un favor.
—No me has dejado de tener.
—bue...
—Nunca—le interrumpí.
Sus ojos brillaron con su sonrisa y luego me abrazó al contestarme: Te amo.
Sonreí a mí interior para no ponerla más sentimental, mirándola a los ojos, luego viéndo el horizonte, ella no podría imaginarse cuánto la puedo querer y cuánto la quiero.
ESTÁS LEYENDO
Una típica historia de amor diferente.
Teen FictionEmma está dispuesta a dejar todo por Adam luego de verlo destrozado por una ruptura, se ofrece para ayudarlo con sus problemas personales, tratando de no mostrar indicios que la delaten. El plan parece ir según lo que pensado hasta que muchos sentim...