Una típica historia de amor diferente.

36- "Mejor que ella"

Adam.

Hola, mi amor

Abro los ojos con cuidado, lentamente, escucho una voz muy familiar llamándome, pero aún no logro dibujarla en mi mente. Veo un cuarto negro con decoración roja y posters de bandas de metal.

—Hola, mi amor—repite—¡Que bien que ya despertaste!

Al fin logro voltearme a su dirección, está ella, acariciándome la oreja, su cabello largo toca mi pecho y no tiene casi ropa.

Me separo rápido de ella, empiezo a reaccionar, empiezo a tomar pie. O eso creo.

Dios mío, ¿Qué he hecho?
No pude ser capaz de hacer eso que creo.
No.
Yo no sería capaz de hacer eso, no sé cómo hacer.

Ella vuelve a mí bailando lentamente, trato de ver a otra parte para no verla sin ropa, intenta besarme agarrándo mi cara para llevarla cerca a la de ella. Su cara agarró otro tono cuando la quité de mi.

—¿Qué pasa?—pregunta con extrañeza

—No lo sé Guri, dime qué pasa que estás casi sin ropa y acariciándome. ¡Dime tú qué pasa, dime porque he estado dormido, dime qué pasa, dime donde estoy!

Suspiró pesado y con aburrimiento antes de responder:

—Qué eres terco fuerte ¿No?—rodó los ojos— Al parecer estabas muy bebido, muy drogado, o ambos, el chiste es que me echaste todo el trago en mi vestido antes de caerte  y me lo he tenido que quitar. Unos chicos me han ayudado a traerte hasta aquí y colocarte algo de hielo, me he quedado aquí un tiempo para ver si despertabas bien, ¿Otra pregunta e inquietud?

Empiezo a recordar mediante habla, empiezo a calmarme un poco, mis respiraciones brucas y pensamientos han pausado un poco.

—¿Qué pasa contigo Adam? Actúas tan patético.

—Te dije que no quería nada contigo, que te alejaras de mi.

—¡¿Por qué?!

—¡MALDITA SEA, PORQUE TÚ ME ROMPISTE EL CORAZÓN!, ¡Tú! Tú me rompiste, me heriste, me quebraste y Emma se encargó pegar pedazo a pedazo ¡NO TÚ!—Grité con desesperación y mucha rabia sacando todo lo que tenía sin saberlo.

Antes había estado a unos 4 pasos de mi, ahora está a unos 10 pasos lejos. Se ha alejado al escucharme gritar.

Se ha quedado callada por unos momentos, no mueve su mirada de la mía, entonces soy el primero en quitarla.

—Ella reparó todo el daño que me hiciste y no es justo. No es justo que otra persona deba pegar los pedazos que otra persona rompió. Solo no es...

—Yo no le pedí que lo hiciera.

—¡Esa es otra! No lo pediste, ni yo tampoco, pero siempre será así. Cuando te rompen el corazón no se queda contigo la persona que lo rompió, sino aquella que te dijo mil veces que ese amor era malo, aquella que uno aparta por la relación, o una persona desconocida asomada en el balcón. Esas personas son las que reconstruyen el corazón que no partieron.

—¿Y piensas que te reconstruyó?

—Sí. Ya no quiero sentir nada por ti.

—Pero lo haces, y no me lo puedes negar.

—¡NO! Dije que no siento nada por ti, no quiero nada de ti, absolutamente nada. Créeme.

—Primeramente dijiste que no querías sentir nada por mi. No quieres tener sentimientos hacia a mi pero lo haces, y siempre lo has demostrado.

La furia y la rabia no me dejan pensar muy bien, no entiendo en lo absoluto lo que quiere decir.

—Has tenido todo este tiempo de irte de este cuarto y aún así, cuando no has hablado no te has ido. Y más esa noche, te aseguro que no lo sentiste como un error cuando lo continuabas—Vuelve hablar mientras lo que hago es seguirla con la mirada mientras explica y da vueltas—Dime que esa noche te sentías sin querer nada de mi, quiero oírte decirlo.

Siento mi mirada fría y casi reventar de llanto de rabia.

—Fue un error.—contesté.

—No, no lo fue y lo sabes.

—¡FUE UN MALDITO ERROR! ¡UN ERROR!— Grité alcanzando los pasos que nos separaban y uniendonos a nada.

—¡NO LO FUE!

Actualmente ambos sostenemos una mirada completamente fría, rabiosa y retadora. Callados, solo miradas.

—Si aún no sientes nada por mi, ¿Por qué aún tiemblas al verme? ¿Por qué aún te tensas? Respóndeme—Pregunta retandome.

—Eso no significa nada.

—Bésame y dime si no significa nada. Bésame y dime qué ya no sientes nada por mi—Dijo acortando más los centímetros—Bésame y dime eso y te juro que te dejo en paz.

Y la besé.

Y me arrepiento tanto de no poderle haberle dicho.