-La verdad no sé cuáles comprar-dijo Jack viendo cada par de tenis que había escogido para medirse.
-Jack, llevamos más de 1 hora aquí, por favor solo elige uno o llévate todos, pero vámonos.
Efectivamente ya llevaban mucho tiempo en esa tienda, Jack no podía decidirse por ningún par.
-Es que no puedo decidirme y no quiero llevarlos todos, mi madre me regañara y dirá que ni siquiera tengo espacio en mi habitación como para meter más zapatos.
-Y tiene toda la razón-dijo recordando el desastre que tiene Jack en su habitación.
-Ahhh, creo que me explotará la cabeza-respondió Jack desesperado.
-No te quiero presionar amigo, así que iré afuera, para dejarte escoger-dijo Dylan.
Jack asintió con la cabeza sin despegar su mirada de todos los pares de tenis.
El castaño salió de aquella tienda y miró hacia la banca que estaba enfrente de esta misma, se encontraba el papá de Jack, al parecer estaba leyendo un libro o algo así.
Dylan lentamente se dirigió a esta misma banca, y finalmente se sentó a lado de Joseph.
Joseph dejó lo que estaba haciendo y volteó a mirar a Dylan.
-No se decide por ningún par ¿cierto?-preguntó con gracia.
-Cierto.
El mayor negó con la cabeza mientras reía.
Un silencio algo incómodo se interpuso entre ambos, Dylan odiaba esta clase de silencios, por lo tanto siempre trataba de evadirlos, y esta vez no sería la excepción.
-¿Le gusta leer?-preguntó viendo el libro que llevaba en sus manos.
-Háblame de tú, realmente no me gusta que me llamen de usted, y respondiendo tú pregunta, si, me encanta leer.
Dylan se sonrojó por completó, no tenía idea de que el mayor odiaba que lo llamarán de esa manera.
-Oh, eso está muy bien, leer es muy bueno-dijo tratando de suavizar el ambiente.
-¿Y a ti te gusta leer?
-Si, pero no leo muy seguido, desde que entre a clases no he leído ningún libro.
-Me parece muy bien que aún existan chicos de tú edad que disfrutan de una buena lectura......y bien, dime cuál es tu libro favorito?.
Dylan lo pensó por varios segundos, en el verano había leído sin duda, muchos buenos libros, pero uno en particular logro marcarlo.
-El verano pasado leí Lolita y sin duda fue mi favorito.
Joseph lo miro con una expresión que no podía descifrar.
-Así que apruebas las relaciones con diferencias de edades?
Dylan sintió la garganta muy seca y pudo jurar que ni siquiera podía hablar, ¿que demonios podría contestarle ahora?.
-Bueno en la ficción está bien, sin embargo en la vida real creo que las relaciones con diferentes rangos de edad es totalmente una locura.
-¿Por que lo dices?-preguntó con curiosidad.
-Supongo que es por que mi madre siempre me ha dicho que no salga con personas mucho más mayores que yo.
-Y le has hecho caso?
Dylan pensó que esa conversación estaba llegando demasiado lejos, pero por más que quería no podía dejar de contestar las preguntas del mayor.
-Si, jamás desobedecería a mi mamá-dijo seriamente.
-Bueno, pues yo al contrario de tú madre, creo que no importa la edad, mi esposa es menor que yo, y ambos estamos realmente enamorados ¿de verdad la edad tiene que ser un factor muy importante para alguna relación?.
La mente de Dylan quedó totalmente en blanco, y por ende optó por ya no contestar y solo se dedicó a mirar la entrada de la tienda para esperar a que Jack saliera.
-Por cierto, no eres muy tolerante al alcohol ¿cierto?.-preguntó Joseph.
Dylan sintió vergüenza por si mismo, osea que él también se había dado cuenta de su pequeño incidente.
-En realidad no.
-Me di cuenta anoche, cuando caíste en mis brazos-dijo mientras volvía a abrir el libro que estaba leyendo.
El menor se golpeó mentalmente, ahora ya no sabría cómo iba a mirarle a los ojos sin acordarse que literalmente cayó en sus brazos totalmente ebrio.
¿Por que la vida lo castigaba de esta forma?.
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Sugar
RandomJoseph; un empresario totalmente exitoso. Dylan; un chico ingenuo que es mejor amigo del hijo de Joseph. ¿Cómo podrían chocar ambos mundos?. TEMÁTICA: HOMOSEXUAL. ❌ADVERTENCIA❌ ESTA HISTORIA ABARCA TEMAS FUERTES Y/O DELICADOS, ASÍ QUE SE RECOMIENDA...